«Los días no vividos», un fin del mundo emotivo y austero
El fin del mundo llega inminente y ninguna tribu maya lo ha predecido: ¿qué hacer?, ¿con quién pasarlo?, ¿de qué hablar?. Una tesitura que Alfonso Cortés-Cavanillas se plantea en su austera ópera prima, "Los días no vividos", donde aparca las catástrofes naturales para ahondar en los sentimientos.
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"Haríamos cosas normales, sería un día más", ha respondido hoy convencido el director, tras el pase de la cinta en Madrid. Alejada del perfil apocalíptico de "Lo imposible"o "Fin", Cortés Cavanillas se decanta por el prisma de la cotidianeidad para tratar un asunto tan trascendental como es el fin de la humanidad.
Más allá de desastres naturales o de crisis económicas, él cree que "la sociedad afronta su particular fin del mundo. Estamos apáticos, nos da igual todo".
Por eso los personajes de esta historia, interpretados entre otros por Ingrid Rubio, Asier Etxeandia y Javier Godino, tratan de condensar el tiempo que ya nunca podrán tener en las últimas 24 horas que les quedan, sacando lo mejor de cada uno.
Ello, sin ocultar el terror obvio que provoca una situación así, que el director no relaciona con el miedo a la propia muerte sino "con aquello que te perderías"en un futuro que ya no va a llegar.
Cortés-Cavanillas, con experiencia en televisión, ha afrontado el proyecto como un aprendizaje. Con la productora de la que forma parte, La caña brothers, y sin subvenciones de ningún tipo, ha "apañado"una película pequeña en todos los sentidos.
Con un presupuesto de 65.000 euros -"en la industria del cine, un importe de tres millones de euros ya se considera bajo"-, un mes de rodaje, un equipo técnico multiusos -"los cámaras también eran foquistas"- y sin permisos municipales -"para tener el plano de una calle vacía aprovechábamos que estaba cortada para una maratón".
"Lo hemos hecho por amor al arte", afirma el realizador, incluyendo los artistas que interpretan las canciones de la película, como Love of Lesbian, que incluso una de ellas les ha prestado el título de su cinta, "Los días no vividos".
"Cuando te tienes que buscar la vida, tiras de todos los recursos posibles, sacas lo mejor de ti", ha dicho el director, aunque reconoce que con más dinero "algunas escenas serían diferentes".
La fecha del estreno de la cinta, el 21 de diciembre, no es casual, coincidiendo con el día en que según los mayas el planeta tierra se despide definitivamente, y se distribuirá en una sala de cada una de las cinco capitales españolas adonde llegará: Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante y Málaga.