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«Me and Earl and the dying girl», sencillamente magnífica

La película de Alfonso Gómez-Rejón, lo más destacado de una edición tan floja como tediosa del Festival de cine de Locarno

El director estadounidense director Alfonso Gomez-Rejon, en Locarno
El director estadounidense director Alfonso Gomez-Rejon, en Locarnolarazon

La película de Alfonso Gómez-Rejón, lo más destacado de una edición tan floja como tediosa del Festival de cine de Locarno

Esto se ha acabado. Han sido diez días no muy brillantes cinematográficamente hablando. Desde el punto de vista meteorológico, días soleados salvo tres tormentas típicas del lugar. Faltan los premios pero la crítica lo ve todo un día antes que el público. La última película a concurso ha sido la japonesa “Happy hour” de Ryusuke Hamaguchi, un curioso producto de cinco horas y cuarto de duración en el que las dos horas iniciales son tremendamente lentas, monótonas, aburridas. Narra las peripecias de un grupo de amigas que están siempre juntas, aunque más de media hora están en un curso esotérico de unión de los cuerpos a través del espíritu, lo cual resulta más que extraño, inaguantable. De pronto, todo cambia: acción, drama, suspense, con lo que queda claro que si el autor hubiera dejado el metraje en un par de horas podría haber funcionado y convertirse en una película perfecta.

Bella, hermosa, tierna, salvaje se proyecto en la sección Piazza Grande “Me and Earl and the dying girl”, de Alfonso Gomez-Rejón, que se hizo con los premios del Gran Jurado y del Público en la pasada edición del Festival de Sundance. Aquí es seria candidata al del Público. En el próximo Festival de San Sebastián se verá en “Perlas de otros Festivales”.la película se sustenta en la prodigiosa interpretación de Thomas Mann y Olivia Cooke, protagonistas de una historia magníficamente bien contada de principio a fin. No dejen de verla cuando se estrene. Es americana, es decir, que cuenta con actores de verdad, buena iluminación, maquillaje, dirección artística, sonido...

Así acaba una deslucida edición de un festival importante que está mal dirigido a todos los niveles. Una lástima. Confiemos en que el año que viene pueda disfrutar Locarno del Festival de cine que se merece.