Miguel Picazo, muere el padre de «La tía tula»
No se lamentaba de ello, pero lo subrayaba: que no había sabido venderse y que los productores le habían dejado de lado. Tranquilo, sereno, ya de vuelta de casi todo, Miguel Picazo, autor de cinco largometrajes, pertenece por derecho propio a la historia del cine español (en 1997 la Academia de Cine le otorgó el Goya de Honor). Una película, «La tía Tula», le dio mediados los sesenta ese privilegio. La cinta estaba basada en la novela homónima de Unamuno y hablaba de dolor, de maledicencias, de luto rigurosísimo, del que se lleva vestido y del que se lleva puesto. De erotismo soterrado. En ella, Aurora Bautista dio lo mejor de sí y se convirtió en una mujer que debe guardar las apariencias por la muerte de su hermana cuando su cuñado viudo (al que interpretaba un atractivo Carlos Estrada) se traslada a vivir a casa de ella.
Picazo falleció el sábado en su Jaén natal (era oriundo de Cazorla), donde cursó estudios de Psicología y Derecho. Tenía 89 años y había estudiado en el Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas al lado de compañeros como Carlos Saura, José Luis Borau, Mario Camus y Basilio Martín Patino.
Otros títulos destacados de su filmografía fueron «Oscuros sueños de agosto» (1967), «Los claros motivos del deseo» (1977), «El hombre que supo amar» (1976) y «Extramuros» (1985), distinguida con el Premio ACE al Mejor Director otorgado por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York. Entre sus trabajos para televisión destacan la adaptación de la obra teatral de Valle-Inclán «Sonata de Primavera» y la serie «Entre visillos», basada en la obra de Carmen Martín Gaite. Como actor participó, casi siempre con papeles secundarios, en películas como «El espíritu de la colmena» (1973), «El libro de buen amor» (1975), «Remando al viento» (1987) y «Tesis» (1996), primer largo de Alejandro Amenábar que se desarrollaba en parte en la Facultad de Ciencias de la Información, donde Picazo, que interpretaba a un profesor, impartió clase.