Un director con oficio que sabe entretener

En la calle Larios, a lo largo, se puede ver (y desde luego que merece la pena)una magnífica exposición de diseños de vesuario de la gran Ivonne Blake. Como aperitivo antes de entrar en la sala de proyección no está nada mal. Ayer le tocó el turno a Daniel Calparsoro con «Combustión», un director al que no se le puede negar que posee oficio (sabe rodar, y muy bien), desde aquel debut más que prometedor con «Salto al vacío». Al ver esta película recordamos a una deliciosa Natalie Wood en «Rebelde sin causa» (todo un clásico al que hace un merecido guiño), dando la salida en más que peligrosa carrera de coches. Aquí es Adriana Ugarte quien se arroga ese papel, sólo que los coches que pone en escena el director hoy son ferraris y porches. Una historia sólida y bien trazada que posee ribetes negros y al tiempo combina con hábiles brochazos rosas que sustenta la chica de la banda, que no podía ser sino la novia del jefe. Una cinta rodada con personajes –como sucede siempre en los filmes de Calparsoro– extremos y al límite y que desde el primer momento capta la atención del espectador y entretiene. No sucede lo mismo con «Casting», de Jorge Naranjo, actor de cortometrajes y videoclips, que pincha con su largometraje. La cinta presenta varias historias que se entrecruzan y a una serie de personajes que se reúnen en un casting, cada uno con sus miserias, sus problemas, sus anhelos, pero poco más. Si por algo destaca es por los escenarios naturales que ha sabido capturar el director, el resto flojea.