Un documental italiano que ya ha hecho historia
No esperábamos que Bertolucci fuera tan chauvinista y barriera para casa como lo ha hecho, pero si las circunstancias patrióticas tenían que mandar en el palmarés de la Mostra, el documental «Sacro Gra» era la mejor elección entre las tres películas italianas a concurso. La pena es que, siendo la monumental «Stray Dogs» el Gran Premio del Jurado, no se haya atrevido a darle el León de Oro. También es cierto que el extraordinario filme de Tsai Ming-Liang no es para todos los públicos, y probablemte otros miembros del jurado más convencionales –¿qué debió pensar la princesa Leia mientras la veía?– se opusieron con vehemencia a tal decisión. En todo caso, la coherencia del programa doble de ganadoras es incuestionable: lo decíamos en la crónica del día, ambas hablan de lo que significa el ser humano en esos espacios de tránsito, invisibles y efímeros, que llamamos no-lugares. Si algo loable distingue al palmarés del año es su predilección por el cine de línea dura, sin concesiones a la comercialidad. Excepto por el premio de consolación al mejor guion de «Philomena» –ni siquiera Judi Dench ha sido la escogida como mejor actriz–, el título de laboratorio que mayor grado de consenso había logrado entre buena parte de crítica y público, todos los demás galardones han celebrado la radicalidad de cintas que han polarizado opiniones, tan llenas de hallazgos como derivativas («Miss Violence»), tan agresivas en su concepción como discutibles en su ejecución («La mujer del policía»). Todos los filmes del palmarés ilustran, por un lado, el grave malestar de la civilización contemporánea (centrándose en particular en Europa) y, por otro, encarnan un tipo de cine muy del gusto del Bertolucci director: salvo en el caso de «Sacro Gra», se trata de cintas claustrofóbicas y perturbadoras, en las que el comentario social o psicosexual se puede extrapolar a una visión panorámica del mundo en el que vivimos. Es un palmarés que sorprende a un primer vistazo, pero que, a poco que rascas, no tarda en revelar su incuestionable consistencia.