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Cine

Ulises Fuente

¿Despiertan los Coen a "El gran Lebowski"?

La archiconocida película de los Hermanos Coen tendrá una secuela que podría anunciarse en el descanso de la Superbowl, el próximo 3 de febrero.

Jeff Bridges, caracterizado como El Nota, protagonista de «El Gran Lebowski»
Jeff Bridges, caracterizado como El Nota, protagonista de «El Gran Lebowski»larazon

La archiconocida película de los Hermanos Coen tendrá una secuela que podría anunciarse en el descanso de la Superbowl, el próximo 3 de febrero.

«No puedes vivir en el pasado, tío». Con ese mensaje y con su característica rebeca de fumeta, Jeff Bridges anunciaba que El Nota (The Dude) podría estar vivo y buscando acción por las calles de Los Ángeles. Aunque él nunca ha buscado la acción, en realidad. Él solo quería que su alfombra estuviera libre de meadas, que el ruso blanco estuviera en su punto y que no le recuerden su apellido. Podría ser una estrategia publicitaria de una cadena de tintorerías, pero parece que «El gran Lebowski», la archiconocida película de los Hermanos Coen, tendrá una secuela que podría anunciarse en el descanso de la Superbowl, el próximo 3 de febrero.

Y eso que ya saben que el Lebowski bueno no tiene ninguna ambición y que todo lo que le pide a la vida es que no le hagan escuchar a «los putos Eagles». Pero el destino se empeña en colocarle ante desquiciados secuestradores alemanes imitadores de Kraftwerk e incluso hacerle creer que había conseguido un polvo cuando en realidad era una estrategia para que fuera donante de esperma involuntario. También es cierto que a veces le conduce a una fiesta Playboy, pero estamos convencidos de que El Nota no quiere hacer otra película. Porque el único tema de su historia es la de un tipo al que no dejan vivir. ¿Por qué la gente que le rodea es tan absurda? ¿Es que no pueden dejarle simplemente en paz? Así que la noticia de la secuela solo puede ser agridulce. Primero, por el pobre Nota, que pide poco a la vida y ésta le regala unos compañeros de bolos delirantes: Donny, cuyas cenizas ya fueron tragicómicamente esparcidas, y el belicoso y ridículo Walter Sobchak (John Goodman), que esperamos que vuelva a sacar de quicio al pobre Nota.

La otra noticia agridulce es que la secuela seguramente emborronará el recuerdo de una película perfecta, pero hasta eso ya se lo imagina nuesto protagonista, un hippie budista en un mundo mezquino. El año pasado ya se reunieron todos los actores de la mítica historia para celebrar los 20 años de su estreno y quizá concebir el regreso. En este tiempo, el filme se ha convertido en más que una pieza de culto.

Sus diálogos se imprimen en camisetas y se leen en estados de wassap. Hay un festival (Lebowski Fest) y a buen seguro que debe haber una secta de anacoretas en alguna parte de EE UU donde se vistan todo el día pantalones de pijama. Y qué decir de la banda sonora, del aroma a contracultura y diversas mitologías californianas. Porque El Nota es otra manera de ser estadounidense que, quizá, en los tiempos que corren, sea bueno recordar que siempre ha existido y cuyo lugar en el mundo celebramos.