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El artista que solo creó destrucción

Tras la ovación de 2018, el belga Jan Lauwers regresa a los Teatros del Canal, esta vez con “War and Turpentine”

“War and Turpentine”
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Tras la ovación de 2018, el belga Jan Lauwers regresa a los Teatros del Canal, esta vez con “War and Turpentine”

Le entra la risa floja a Jan Lauwers (Amberes, Bélgica, 1957) cuando se le dice que su “The Blind Poet” fue de lo más aplaudido la temporada pasada en los Teatros del Canal. Dice que, tal vez, porque el teatro de Flandes “es algo adelantado dentro del teatro multidisciplinar”, que puede que sea por sus orígenes visuales: “Y si uno nace como católico, o cristiano, uno ve imágenes de Cristo, la sangre, el cuerpo... Y eso puede influir en nuestra manera de trabajar”.

En esa misma línea, llega ahora a la Verde de Canal “War and Turpentine” (28 y 29 de marzo), “una historia muy triste sobre la belleza y la crueldad”, simplifica de la trama que dibujó en un libro Stefan Hertmans. El montaje recupera la novela, pero “inventando un personaje nuevo”, continúa Lauwers, responsable de la adaptación. “El original es muy masculino y aquí damos la palabra a una mujer [interpretada por Viviane De Muynck]. Ella, el elemento clave de la producción, es quien cuenta la historia y así se convierte en algo mucho más femenino”.

Es la vuelta que da Lauwers a la obra de Hertmans, “una historia muy parecida a la de mi abuelo”. “Hay algo hermoso, y es que su abuelo, cuando era un niño descubrió que quería ser artista. Así que su ambición era llegar a ser un gran artista, pero cuando empezó la Primera Guerra Mundial tuvo que convertirse en soldado, y se hizo un muy buen soldado, mató muchos alemanes. Es decir, que en lugar de crear belleza, creó destrucción; y en lugar de en un artista muy bueno se convirtió en un soldado muy bueno. Vivió hasta los 90, pintando cuadros muy malos, y muy traumatizado”, explica un Lauwers que, mientras leía el texto, trasladó la trama a su propia familia –“mi abuelo paterno también fue un artista convertido en soldado”–, pero que decidió “que no hacía falta contarlo de nuevo porque ya estaba escrita [en el libro]”.

Llega así a Madrid un montaje que se estrenó en 2013 y al que el director belga ya le ve signos de agotamiento. “No volvería a hacer “War and Turpentine”. Me parece un libro fabuloso, y estoy muy contento de poderlo presentar de nuevo, pero en estos años el mundo ha cambiado radicalmente, y creo que los artistas tenemos que repensar lo que tenemos que decir en el mundo del arte. La fortaleza de la pieza es que habla de arte y de política. El arte tiene que hablar de política. Creo que el arte político destruye la belleza de la política”.