El extraño caso de la Academia Nobel
La centenaria institución atraviesa por uno de los periodos más convulsos de su historia al verse envuelta en un escándalo sexual.
La centenaria institución atraviesa por uno de los periodos más convulsos de su historia al verse envuelta en un escándalo sexual.
Klas Östergren y Kjell Espmark anunciaron el pasado viernes que abandonaban la Academia Sueca. A ellos se ha unido el secretario permanente de la institución, Peter Englund. Los tres han tomado una decisión sin precedentes, pues se ostenta el cargo de forma vitalicia. El escándalo de supuestos abusos sexuales y filtraciones que afecta a una persona estrechamente vinculada con la institución que cada año otorga el Nobel de Literatura les habría movido a tomar la decisión y amenaza a los cimientos de la centenaria casa. «La Academia ha tenido desde hace tiempo problemas serios y ahora intenta resolverlos anteponiendo oscuras consideraciones a sus reglas, lo que implica traicionar a sus fundadores y protectores, así como su tarea de representar el talento y el gusto», señaló Östergren en un comunicado enviado al periódico «Svenska Dagbladet». ¿Qué está pasando en la centenaria institución? Ya nada es lo que era. Un diario sueco publicaba ayer que el esposo de un miembro de la academia (cuyo nombre es Katarina Frontenson) que otorga el Nobel de Literatura violó las reglas al filtrar repetidamente los nombres de los ganadores del galardón, incluyendo el nombre de Bob Dylan, que lo obtuvo en 2016. «Dagens Nyheter» citó una investigación interna de la casa para informar que Jean-Claude Arnault desveló los nombres de los ganadores en al menos siete ocasiones a partir de 1996, aunque queda la duda de a quién se pasó la información. Arnault, además, se ha visto involucrado en acusaciones de mala conducta sexual. La academia mantiene los nombres de los ganadores en secreto, nunca discute posibles ganadores ni ha desvelado las nominaciones durante medio siglo.
Salidas sin entradas
Con la marcha de Östergren, de 63 años y miembro desde 2014, y de Espmark, de 88 y con 37 años en la Academia, en la actualidad solo 14 de sus 18 asientos están ocupados, ya que dos autoras –Kerstin Ekman y Lotta Lotass– boicotean a la institución desde hace años. Sin embargo, las salidas de este otrora prestigiosa institución viene de lejos. La negativa de la Academia a condenar la emisión de una «fatwa» (edicto islámico) contra el escritor británico Salman Rushdie provocó en 1989 la salida de Lars Gyllensten y la propia Ekman. Las otras tres dimisiones que se han sucedido hasta ahora lo han sido por motivos personales (Werner Aspenström), en protesta por la concesión del Nobel en 2004 a Elfriede Jelinek (Knut Ahnlund) y en desacuerdo por el liderazgo de la institución (Lotass en 2011).