El futuro del ocio: lo emocionante ya no es la realidad
Las gafas de realidad virtuales nos crearán mayores sensaciones de vértigo y terror. Además, podremos vivir todas las experiencias en primera persona.
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Las gafas de realidad virtuales nos crearán mayores sensaciones de vértigo y terror. Además, podremos vivir todas las experiencias en primera persona.
Poco más de dos décadas atrás (y durante casi toda su historia), ir a los parques de atracciones era simplemente para montar en algunas de ellas, disfrutar de la experiencia y luego caminar hacia la siguiente. Pero realmente no jugábamos ningún papel en esa experiencia, nos limitábamos a recibir el estímulo. Nada más. Desde 2028 las nuevas tecnologías permiten también que la atracción reaccione a nuestros gustos, preferencias y disfrutemos de una experiencia muy diferente a la de la persona que tenemos al lado.
Todos recordamos los años 2000 y 2010 cuando llevar una pulsera de un color determinado nos permitía acceso a áreas vip en un hotel, mejores comidas en un crucero o evitar colas en un parque de atracciones. Aquellos eran los tiempos en los que la comunicación era unidireccional. Hoy Disney, Universal, Warner, todos los grandes parques cuentan con pulseras inteligentes que nos permiten no solo enviar información, sino también recibirla. Sí, al igual que en el pasado, las pulseras señalan nuestro «estatus» durante la visita, pero también avisan a todo el personal del parque junto a quién vinimos (mayores, menores, etc.) de modo que en caso de pérdida de uno de los miembros del grupo, rápidamente se crea una alerta. También informa a los responsables de los distintos restaurantes de requerimientos específicos de dieta (intolerancias, alergias) y nos facilita la opción de avisar que en media hora o el lapso elegido, iremos a comer. Mediante esta pulsera hoy recibimos la notificación de los momentos más adecuados para acercarnos a las atracciones preseleccionadas y así evitar largos tiempos de espera, nos señala niveles de hidratación, paradero de todo el grupo y algunos incluyen la posibilidad de comunicarnos con ellos para concertar una hora y un punto de encuentro. Lógicamente actúan como un GPS para guiarnos por todo el recinto y que nunca nos perdamos.
Realidad aumentada
A inicios de 2010, la gran innovación era usar la realidad virtual para crear una escenografía en ciertas atracciones. Los visitantes llevaban unas enormes gafas que si bien divertían y sorprendían una vez, luego pesaban y provocaban mareos. La personalización obtenida gracias a las pulseras y la omnipresente conectividad del 5G hicieron que la realidad virtual sea reemplazada por la aumentada. Hoy todos llevamos gafas (ligeras, conectadas y con modelos personalizados) que proyectan imágenes superpuestas a la realidad. Con ellas, los más pequeños pueden experimentar un Eurodisney completamente nevado, con trolls y renos caminando por todas partes, mientras ven caer cristales de hielo y son guiados por Elsa o Ana en una recreación de Frozen. Lo mismo es posible con El Libro de la Selva, Avatar, Toy Story o Monstruos S.A. El parque se viste para cada visitante, dándole una experiencia personalizada, no solo en la escenografía. Quienes vayan con nosotros también «cambiarán» su vestuario, acorde a la película seleccionada, las calles marcan el camino (con huellas o personajes que hacen de guía) hacia las atracciones vinculadas y sin importar dónde estemos, unos puntos de diferentes colores señalan el lugar en el que se encuentra el resto de nuestro grupo. El año que viene comenzará a probarse esta tecnología también en lentillas conectadas y, una novedad recién filtrada: habrá camisetas inteligentes y conectadas. Gracias a ellas formaremos parte de desfiles y espectáculos (se iluminarán y cambiarán de colores al ritmo de la música), se proyectarán imágenes y personajes con los que los más pequeños (y no tanto) podrán interactuar, ya que les darán información de todo el parque y podrán usarse como pequeña pantalla para ver cortos mientras estamos en la cola, a la espera de una atracción.