«El hobbit» recupera el oro
El final de la franquicia de Jackson apunta su taquillazo tradicional. Recaudó 11,2 millones de dólares su primera noche en EE UU tras conquistar al público de 37 países con 122 millones recaudados.
Peter Jackson es de esos ángeles, reyes o elfos que se esperan por Navidad. Este año quizá haya sido recibido con sentimientos encontrados, pues tenía que resolver la historia de «El hobbit» con la tercera entrega, que por la batalla pendiente prometía ser la mejor después de una lenta y larga segunda película, y al mismo tiempo, con esta cinta, la más vigorosa y épica, también ha llegado la última visita (de momento) a la Tierra Media que tanto dinero ha generado a la industria cinematográfica. «El hobbit: la batalla de los cinco ejércitos» abrió en Estados Unidos, en la madrugada del martes al miércoles, con 11,2 millones de dólares de recaudación (9 millones de euros), una cifra superior a la de la apertura de la segunda cinta de la saga, «La desolación de Smaug», que hizo 8,8 millones de dólares en su primera noche americana, que fue jueves, en 2013, aunque inferior a los primeros 13 millones de dólares que anotó el inicio de esta trilogía, «Un viaje inesperado», otro jueves de diciembre de 2012. El esperado desenlace del libro de Tolkien ya había conquistado la taquilla internacional, antes que la estadounidense, con su estreno adelantado una semana en 37 países, donde logró una recaudación de 122 millones de dólares (98,3 millones de euros), –de importantes naciones como Reino Unido, Alemania, Francia y Rusia–, a pesar de que no se incluían los gigantes de la industria cinematográfica como China, Corea del Sur, Italia y Australia. Con estas cifras se puede considerar que el cierre de la trilogía de «El hobbit» ha tenido un buen comienzo recaudatorio, a pesar de que las críticas de las dos primeras películas fueran poco halagüeñas y se considere, a priori, como la menos taquillera de toda la franquicia en la Tierra Media firmada por Jackson.
El milmillonario
El director neozelandés se ganó la corona de rey del «blockbuster» cuando superó los 1.100 millones de dólares en taquilla mundial (886,7 millones de euros) con el final de su laureada trilogía «El Señor de los Anillos: el retorno del Rey» en 2003. Nueve años después regresó a la Tierra Media con la primera cinta de «El hobbit» y volvió a superar los mil millones de recaudación en todo el mundo. A su favor, el halo del fenómeno literario de este cuento de R. R. Tolkien, que desde 1937 no ha dejado de vender millones de ejemplares cada año, y también la resaca del éxito de su primera adaptación de la mitología tolkieniana. Entonces, Jackson ya había prometido tres entregas cinematográficas de un libro de sólo 300 páginas, una noticia que no fue bien recibida por los fieles más puristas del autor británico, que temían un guión estirado forzosamente por avaricia, la misma que critica el escritor en su texto. Al margen de personajes inventados, la sobredosis de efectos especiales y el enjundioso guión, Peter Jackson se convirtió, desde 2001, en un «must» de fin de año para casi todos los públicos. Su trilogía de «El hobitt» ha metido en una misma sala de cine a tolkienianos, «ringers» (fans de «El Señor de los anillos») y amantes de las super producciones –con interpretación magistral de estrellas como Martin Freeman y una potente recreación de la Tierra Media–. Sin que suene a pretexto, «La batalla de los cinco ejércitos» ha sido muy bien «vendida», con un título que prometía el festival de acción del que carecía la segunda entrega y con el anuncio efectista de que sería la «última oportunidad» de visitar la Tierra Media. La cinta ya supo desmarcarse de la competencia dura de verano como «X-Men: Días del futuro pasado» retrasando su estreno a final de año. Y de nuevo esquiva rivales con su lanzamiento dos noches antes que el resto de cartelera, llena de prometedoras películas familiares a las puertas de la Navidad. El universo de hobbits, elfos, enanos y orcos siempre ha sido bien recibido en España, aunque este año no podrá batir al inaudito éxito nacional de «Ocho apellidos vascos», que además se ha coronado como la película más taquillera de la historia de nuestro cine con 60 millones de recaudación. Las primeras dos películas hicieron una caja de 22 millones y 17, respectivamente. Cifras inferiores a la media de 30 millones que anotó en España cada una de las entregas de «El Señor de los Anillos», entre 2001 y 2003, aunque entonces, el precio de las entradas era más bajo.
Un Midas de la Tierra Media
Jackson estaba tan seguro de su éxito que rodó las trespelículas a la vez. Muchos lo consideraron un suicidio, pero desde el punto de vista de la producción, era razonable. Para hablar de la rentabilidad de una cinta, su recaudación debería doblar la inversión para la producción, y la trilogía de «El hobbit» ha costado en torno a 500 millones de dólares (403 millones de euros), por lo que, haciendo cuentas, Jackson no estuvo tan loco. Al margen de las críticas por sus fantasías entremetidas en los textos de Tolkien, al cineasta se le agradece haber mantenido los valores del escritor, como el peligro de la soberbia y la codicia y el valor de la lealtad. Sobre este fondo aderezado con toques de sentimentalismo y violencia hasta el exceso, Jackson se despide –por el momento, según confesó en una entrevista dejando la puerta abierta a más elfos y enanos– de este universo mitológico que empezó a hacer fortuna desde la primera cinta de «El Señor de los Anillos». Esta trilogía le reportó 14 Oscars, una decena de BAFTAs y cuatro Globos de Oro, mientras que «El hobbit» sólo ha recibido alguna distinción de menor eco. No obstante, a razón de unos mil millones de dólares al año, más las ventas posteriores (películas, merchandising...), cualquiera aceptaría la aventura para liberar el tesoro de las garras del dragón Smaug.