El Instituto Cervantes se expande
Juan Manuel Bonet lidera una nueva etapa de crecimiento de la institución, que volverá a abrir centros y reforzará su actividad cultural.
Juan Manuel Bonet lidera una nueva etapa de crecimiento de la institución, que volverá a abrir centros y reforzará su actividad cultural.
El Instituto Cervantes celebró ayer su patronato, por primera vez sin la presencia del Rey por circunstancias políticas obvias, en medio de la inquietud general que atraviesa el país pero, también, con una buena dosis de optimismo por el horizonte que se abre delante de ellos después atravesar el desierto de dificultades y equilibrios presupuestarios que ha supuesto la reciente crisis económica. «Es mi primer patronato –comentó Juan Manuel Bonet, director de esta institución– y, aunque lo abordo con mucha emoción, también es verdad que estamos inmersos en una semana de zozobra nacional y, como le sucede a muchos españoles, me cuesta trabajo no seguir con atención los acontecimientos actuales y estar preocupado por ellos». Ahora que se atisban visos de mejora y los antiguos retos enarbolados no parecen ya tan imposibles ni lejanos, Juan Manuel Bonet, que digirió el centro Cervantes de París, el Museo Reina Sofía, cumple con una larga trayectoria como escritor, aparte de ser una de las figuras más notables de la historia del arte, se ha propuesto dar un salto y ensanchar las fronteras de este instituto –es uno de los ejes de la diplomacia cultural española en el exterior– y que su influencia llegue hasta donde nunca había estado con anterioridad.
Entre las medidas estrella que se anunciaron durante la rueda de prensa previa a la reunión de los patronos Aranjuez, está la apertura de tres nuevos centros –el último se abrió en 2012 en Cracovia y fue inaugurado por los Príncipes–, los tres de una gran ambición estratégica para expandir las orillas del castellano. El primero tiene como objetivo abrir las puertas del español en el África subsahariana. Aunque la presencia de nuestra lengua está presente en el Magreb, todavía adolecía de una carencia notable en el resto del continente. Solo se contaba con un aula en Dakar, ciudad que va a coger próximamente una de las sedes para responder a la demanda que existe en la zona para aprender el español.
El plan Asia
De hecho se está desarrollando un plan en la zona de formación de profesores. El siguiente centro en inaugurarse estaría ubicado en Zúrich, «país donde hasta ahora estábamos presentes sólo indirectamente, vía centros de exámenes dependientes del centro de Lyon», como recalcó Juan Manuel Bonet. El tercero y último, aunque todavía sin una fecha de apertura, sería el de Seúl, enmarcado en el denominado Plan Asia, una de las regiones mundiales con mayor perspectiva de crecimiento para nuestro idioma debido al interés que suscita allí nuestra cultura –al revés de lo que sucede en Australia, donde las actividades más concurridas del Instituto Cervantes están vinculadas a la ciencia–. «Creo que debemos incrementar los esfuerzos en Asia –afirmó Bonet–. Todos los centros culturales europeos están volcados allí, desde los franceses a los alemanes. En China, hoy en día, existen muchas posibilidades de incrementar nuestra presencia, ahí hay claras posibilidades de crecer».
Para respaldar sus palabras, Bonet aportó un dato definitivo: uno de los pocos centros que se autofinancia al cien por cien es el ubicado en Shanghai. Y no hay que desestimar que, por motivos de simpatía o por el interés que despierta España en la zona, la influencia de la cultura española va creciendo en el área y se estima que todavía va a continuar así. El nubarrón incial que supuso para los hispanoblantes la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca parece que va despejándose y, aunque el propio Bonet reconoce «momentos complicados» y la solidaridad y el apoyo que han dado en este asunto desde el primer instante a México, continúan trabajando para demostrar que Estados Unidos es un país de aceptación de distintas lenguas y culturas. «Los centros de allí siguen a buen ritmo y son los que tienen más presencia y reflejo en la prensa. Los centros de Nueva York y Pekín destacan en este punto, pero con el de Nueva York se ha demostrado que no es cierta esa política de algunos sectores de EE UU que reclaman el “Only English”».
Bonet, que se mostró contento sobre el futuro inmediato aseguró que «estamos pendientes de los Presupuestos Generales para el próximo año, pero la idea que tenemos es positiva», comentó sobre las perspectivas de aumentar el presupuesto de la institución que en 2017 fue de 120.534.860 euros, un 4,5 por ciento más respecto al año pasado. Un dato que, de corroborarse próximamente, reforzaría junto a otras cifras el buen ritmo del Cervantes. De hecho, el número de candidatos a la obtención del Diploma de Español, conocido como DELE, ha superado los 109.000, lo que supone un aumento del 22 por ciento respecto al curso previo. Ha eso hay que añadir las 139.544 matrículas que ha registrado la institución. En este apartado hay un asunto interesante: el DELE A2, el requerido en el procedimiento de adquisición o concesión de la nacionalidad, se ha incrementado un 30 por ciento.
Cultura sefardita
«Un segmento tan vez no muy importante numéricamente, pero sí muy importante simbólicamente de estos aspirantes, lo constituyen los miembros de la diáspora judeoespañola, es decir, los descendientes de aquellos españoles que, expulsados de la península en 1492, marcharos a otras tierras, manteniendo, sin embargo, durante los siglos siguientes, y hasta hoy mismo, su idioma, que es una reliquia, un tesoro lingüístico», comentó Juan Manuel Bonet.
Pero, probablemente, también existan detrás otros motivos relacionados con la actualidad, como se deduce la mera observación de la lista de países que encabezan la solicitud para realizar este examen: México, Venezuela, Argentina, Miami y Panamá. Aunque, en el caso de Venezuela, una nación sometida a los vaivenes derivados de su complicada situación política, el pico de peticiones para cursar este año fue en 2016, moderándose de manera clara a lo largo de este año. Las grandes citas culturales tienen su hito en el Congreso de la Lengua que se celebrará en 2019 en Argentina, donde se hablará del futuro del español, y después una serie de actividades, como una muestra sobre los cinco siglos de relaciones entre España y brasil y otra sobre la presencia de Marruecos en nuestra cultura. También se homenajerá, después de Azorín y Miguel Hernández, a Juan Sebastián Elcano, el ultraísmo y, en 2020, el ultraísmo.