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Premios Goya

Ellas apuestan por el glamour

Paz Vega brilló de manera especial en esta gala celebrada en su Sevilla natal con un «look» de aire hollywoodiense, aunque lucieron igualmente elegantes Juana Acosta, de Dolce & Gabbana, Nieves Álvarez, de Elie Saab, y Silvia Abascal, de Marchesa

Paz Vega lució uno de los vestidos más grandiosos de la velada
Paz Vega lució uno de los vestidos más grandiosos de la veladalarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@73cf8170

La expectación estaba servida y Sevilla, por supuesto, brilló. En la alfombra roja de los Goya se derrochó «glamour», aunque también unos cuantos patinazos de estilo. Porque una cosa es lucir un buen vestido o un maravilloso estilismo y otra, hacerlo con propiedad y elegancia. Pero esto último, lo sabemos de sobra, no es cosa del estilista, sino de una misma. Y para muestra de cómo pisar con garbo una alfombra roja, la preciosa Nieves Álvarez, que aunque juega con ventaja por ser una de las criaturas más bellas del planeta, siempre triunfa. Su vestido de alta costura, inspirado en el maestro modernista Gaudí y firmado por Elie Saab, fue uno de los más espectaculares. También más guapa que nunca vimos a Silvia Abascal, que nos dejó boquiabiertos, envuelta en delicados tules, como una flor, con su vestido de Marchesa.

Penélope Cruz, nominada a Mejor Actriz, no falló con su elección. Un «total look» de Chanel muy elegante, de estilo sirena con cinturón y falda de jaretas en horizontal y joyas de Atelier Swarovski. Por sacarle un pero, el plata no es el tono que más le favorece. También radiante llegó a la gala Juana Acosta con un vestidazo de Dolce & Gabbana de manga de farol asimétrica y detalle de cristales bordados a modo de broche. Teresa Helbig vistió con acierto y modernidad a Macarena Gómez con un traje largo de tul blanco; a Cristina Brondo, de terciopelo negro y semitransparencias, y Leticia Dolera, también con efecto de «paillettes» enrejadas en fondo marfil. Mención especial merece Rosy Rodriguez, que brilló con un vestido de Emilio Salinas realizado en tul semitransparente y con cola ornamentada con plumas.

Pero si hubo una mujer que dejó claro ser una digna embajadora de su ciudad natal es Paz Vega. Radiante, paseó por la alfombra roja con un espectacular modelo de Marchesa. Asesorada en esta ocasión por todo un veterano de la moda, Fran Marto, se enfundó uno de los vestidos más grandiosos de la velada. De organza en negro con superposición de flores en tonos de rosa y rojo y escote palabra de honor. Los zapatos de Jimmy Choo le daban un toque Hollywood y optó por un peinado absolutamente desenfadado para romper con todo.