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Franco no está en su tumba: La novela que avisa a Pedro Sánchez

“A tumba abierta” fue escrita al calor del Decreto del Gobierno pero ahora vuelve a ponerse de actualidad. ¿Y si cuando se proceda a exhumar la tumba de Franco se la encuentran vacía? Humor, acidez y ajuste de cuentas histórico
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¿Y si cuándo se proceda a la exhumación de Franco, resulta que el cuerpo no está en su tumba?
¿Y si cuándo se proceda a la exhumación de Franco, resulta que el cuerpo no está en su tumba? Es la trama de la novela “A tumba abierta” (editorial Algaida), lanzada hace unos meses y que vuelve a cobrar actualidad tras la sentencia del Supremo que da vía libre a los planes del Gobierno.
Durante la presentación del libro, Alfonso Domingo aseguró que “se trata de una obra totalmente de ficción, aunque salgan citados -incluso suplantados por algún personaje de ficción en algunos pasajes- personajes reales como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el Papa Francisco”.
El autor afirmó a Efe que había escrito una historia con ecos de (Luis García) Berlanga, (Luis) Buñuel y (Ramón María del) Valle-Inclán, abordada desde el humor, aunque se trate de humor negro en muchos pasajes, consciente de que se trata de un asunto que aún despierta “mucho enfado y crispación” ya que se trata de un tema que incomoda a cualquiera” porque el enterramiento de Franco en el Valle de los Caídos “es una herencia envenenada de la Transición”.
Domingo empezó a escribir “A tumba abierta” hace más de tres años pero que la pospuso en favor de otros proyectos hasta que la iniciativa del Gobierno socialista le hizo retomar el proyecto, empujado también por personas de su círculo más próximo que le animaron con el argumento de la actualidad.
Para hacer más creíble su historia, Domingo creó un protagonista “que no estuviera motivado ideológicamente”, un abogado de familia muy conservadora que averigua que, en realidad, fue un bebé robado, de modo que tras tratar de averiguar cuál es su familia verdadera piensa en desenterrar a Franco como venganza contra el régimen que hizo posible una situación como la suya.
Para llevar a cabo su plan, el protagonista se ayudará de “una banda estrambótica” integrada por un experto en butrones, una ladrona y un mago, entre otros personajes que también carecen de motivaciones ideológicas.
Para hacer verosímil el relato, el autor ha tenido que estudiar, entre otras cosas, cómo construir un mecanismo que sea capaz de levantar una losa de una tonelada y media, el estatuto jurídico del Valle de los Caídos, los efectos de algunas anestesias y la actividad de los piratas informáticos.
La idea rescata un episodio, que aunque parece de película fue real: el robo del cadáver de Charles Chaplin del cementerio de Corsier-sur-Vervey, en Suiza. Una mañana de 1977 los operarios se encontraron con una montaña de tierra y un hueco vacío donde estaba la lápida blanca de Chaplin. Corrieron todo tipo de rumores y de intenciones políticas aunque al final los protagonistas fueron unos ladrones con poca experiencia en este tipo de “golpes” que pidieron un rescate de 600.000 francos suizos. La familia se negó a pagar. Los ladrones bajaron el precio, y así hasta que fueron detenidos por la Policía.