Franz Ferdinand, existencialismo pop
Los escoceses son la estrella del nuevo festival Sun 101 de Málaga, que arranca la próxima semana
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Dicen que han aprendido la lección. Tras el brutal éxito de «Tonight», el anterior disco de Franz Ferdinand, llegó una gira de 36 meses que les costó cierta salud mental y puso en riesgo la perviviencia de uno de los grupos más aclamados de la escena internacional. «Si no nos hubiéramos tomado unos meses de descanso, puede que no hubiéramos vuelto a tocar juntos, te lo aseguro. Por fin hemos vuelto a disfrutar de nuestra compañía mutua, que es lo primordial cuando se está en un grupo de música», cuenta Robert Hardy, bajista del grupo. De ese descanso y del nuevo enfoque vital llegó «Right Thoughts, Right Words, Right Action» («Pensamientos correctos, palabras correctas, acción correcta»), un disco más variado en lo musical, y en el que flota un mensaje existencial, quizá una mayor gravedad en las letras, algo que tiene sentido en el relato histórico de esta banda de rock, porque el anterior, el citado «Tonight», era un álbum conceptual sobre la odisea de estar una noche entera de fiesta. Al día siguiente, la consecuencia es la resaca y un amargo ¿qué estoy haciendo con mi vida?. Las respuestas están en el 101 Festival de Málaga, un nuevo certamen que se celebra el 11, 12 y 13 de julio. «La verdad es que no lo había pensado así y me parece muy divertido lo que planteas», comenta Hardy desde un hotel de Europa, con un terrible acento escocés.
«Es verdad que no hay un concepto que pueda englobar todo el disco, pero también es cierto que la idea de la mortalidad aparece con cierta insistencia en las letras de Kapranos para este disco», comenta Hardy. Los Ferdinand, que se conocieron en una facultad de arte, hacen las cosas con mucho sentido global, y una canción que sintetiza este nuevo espíritu del grupo, «Fresh Strawberries», es explícita al hablar sobre el tiempo que tarda en pudrirse un fruto dulce y rojo en un bol de postre. «Desde luego que las fresas son en esa canción una metáfora de la vida humana», comenta Hardy. Para tranquilidad de sus seguidores, aunque los Ferdinand se hacen mayores y cantan letras filosóficas, han recuperado la pasión. «No es que tengamos ahora más control que antes. Siempre hemos tomado las decisiones finales, pero ahora lo hacemos con otro punto de vista: no decir siempre ''sí''», comenta Hardy. «Hubo un momento en el que hacíamos las cosas porque era lo que se esperaba de nosotros. Nadie nos obligaba, pero hacíamos girar la maquinaria, puede que por los fans, o porque lo tomábamos como nuestra obligación».