Adrià cocina su Wikipedia gastronómica

El objetivo de esta nueva herramienta es «ordenar la evolución de todos los hechos importantes ocurridos hasta ahora en la historia de la cocina». Con estas palabras define Ferran Adrià el magnífico proyecto que tiene entre manos, una de las ramas de elBullifoundation, la fundación privada sin ánimo de lucro, para el cocinero un detalle importante a recalcar, centrada en la innovación gastronómica y en la creatividad, y creada por el mejor cocinero del planeta junto a Juli Soler después de cerrar el restaurante de Cala Montjoi el 30 de julio de 2011. ¿La novedad? Adrià vuelve a poner en jaque a los alumnos de las mejores universidades. Les explico. Si para diseñar los cimientos del elBullifoundation retó a los estudiantes de MBA de las cinco mejores escuelas de negocios del mundo: la española Esade, London Business School, así como las Universidades de Columbia, en Nueva York, Berkeley, en California, y Harvard en un concurso internacional de ideas que ganaron dos equipos pertenecientes a esta última, ahora echa mano de las mentes prodigiosas de las universidades de tecnología y diseño para la creación de la mayor base de datos culinaria mundial.

Almacén de conocimiento

La convocatoria demanda a científicos especializados, diseñadores y expertos en visualización e interpretación de datos de las facultades de Columbia, Chicago Institute of Desing, University College of London, la Politécnica de Torino y las universidades Politécnica y Autónoma de Barcelona, entre otras. ¿El premio? Los ganadores colaboraran con elBullifoundation y Telefónica I+D y desarrollarán sus ideas durante tres meses en el llamado Hacking Bullipedia, un reto global que dirige la empresa La Mandarina de Newton con el objetivo de encontrar propuestas innovadoras que cocinen el mayor almacén de conocimiento gastronómico: «Buscamos personas que nos ayuden a mejorar, a crear un sistema tecnológico avanzado y herramientas nuevas. Por eso, necesitamos realizar primero un trabajo de investigación para conocer qué existe en el mercado tecnológico antes de empezar a crear. Si hay algo parecido a Bullipedia, algún modelo de base de datos brutal y cuál es el mejor. Internet es muy joven y evoluciona rápido», explica Adrià, al tiempo que insiste en que lo fundamental es crear un programa que facilite el trabajo a sus colaboradores en el momento de empezar a almacenar el contenido de esta gastroenciclopedia que su creador tiene previsto tener lista en 2016. «Tampoco sé si existe alguna herramienta que filtre las informaciones. Porque, por ejemplo, tú escribes mi nombre en Google y obtienes todo tipo de información, pero no sabes cuál es realmente interesante. No disponemos de herramientas que nos ayuden a buscar información ordenada de manera evolutiva. El traductor simultaneo es otro tema que me inquieta», prosigue. Pero, ¿qué es exactamente la Bullipedia? «Un programa profesional para los millones de cocineros del mundo que no disponen de tiempo para investigar», dice . Y nos pone un ejemplo, al buscar en la red cualquier producto, por ejemplo, el espárrago, obtenemos numerosa información desordenada, algo que no ocurrirá cuando ésta esté terminada, ya que reunirá todo lo necesario para conocer las materias primas a fondo, además de su historia, temporada, recetas, técnicas culinarias y posibles combinaciones de sabores.

El próximo 25 de enero viaja al Soho de Nueva York la exposición que recoge los bocetos de algunos de los platos más emblemáticos de elBulli, una exhibición que demuestra que la creatividad nace después de un largo trabajo. Para entonces, dice, pretende tener casi concluida una base seria, «el genoma del proceso creativo, el genoma del análisis evolutivo. Son palabras complejas, que aplicaremos a la cocina. Ahora andamos liados con los armarios y cajones para ordenar el conocimiento, base de la creatividad, una labor difícil que no se había llevado a cabo hasta ahora. De ahí el diseño de utensilios para explicar bien en qué consiste un proyecto que tardaremos en contextualizar cuatro o cinco años. Es algo así como El árbol de la vida, de Charles Darwin, trasladado al ámbito culinario», afirma.

Servidor de ideas

Mientras tanto, y ante semejante expectación, en cuatro o cinco meses promete poner sobre la mesa más detalles, por ahora sólo anuncia que en octubre conoceremos el nombre de algunas de las personas de fama mundial que participarán en alimentar esta enciclopedia. No sólo aglutinará los sucedido en los fogones de elBulli, al revés, ya que «se trata de un análisis de los hechos históricos culinarios. De elBulli habrá sólo aquello que haya resultado fundamental para la evolución gastronómica», apunta el cocinero, para quien lo fundamental es contextualizar qué ha ocurrido hasta ahora. «Será un buscador de ideas que servirá para evolucionar, no para copiar. El contenido lo marcará el genoma del proceso culinario y sólo cabran las cosas que han aportado algo a la cocina», insiste ante la pregunta de si recogerá las recetas del que ha sido el mejor restaurante del planeta: «Los platos son lo de menos, repito, ya que, ¿cuántos existen en el mundo y cuantos aportan algo realmente? Estamos trabajando a tres años vista, así que pocos detalles más puedo anunciar, sólo que ahora estamos centrados en el ámbito tecnológico». Como aperitivo, en marzo sale al mercado el libro de elBuli que recoge lo que allí ocurrio desde 2005 hasta 2011, siete libros, 14.000 páginas que desmenuzan «el análisis del restaurante que hemos hecho contextualizado dentro de la historia de la alta cocina», concluye..

Primera piedra de elBullifoundation

Tendremos que esperar a noviembre para ver colocar, por fin, la primera piedra que dará forma a elBulliFoundation, la fundación privada sin ánimo de lucro creada por Ferran Adrià y Juli Soler nacida con el objetivo de salvaguardar el legado de restaurante de Cala Montjoi. Está prevista su inauguración para marzo y albergará tres proyectos, además, de la Bullipedia: El Bulli 1846 y El Bulli DNA.

Los platos fuertes, la exposición permanente, las actividades relacionadas con la creatividad y las cenas anuales.