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Goya, Barceló y los vecinos desconocidos

La colección de arte del Banco de España protagoniza la mayor exposición de arte español en Marruecos hasta la fecha
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La colección de arte del Banco de España protagoniza la mayor exposición de arte español en Marruecos hasta la fecha
En nuestro país es una auténtica desconocida, pero los rabatíes pueden acercarse a una muestra de la excelente colección de arte del Banco de España que se expone en el Museo Mohamed VI de Arte contemporáneo de la capital marroquí. La muestra, titulada “De Goya a nuestros días”, hace un recorrido histórico por las fases de la pintura española a través de una selección de más de 70 obras de su monumental colección de cuatro mil piezas. Y, aunque la visita comienza por retratos clásicos de personalidades de finales del siglo XVIII, ofrece una panorámica selecta de la creación no figurativa, informalista y conceptual del siglo XX en España. Con obras de Tàpies, Saura, Barceló, Canogar o Gordillo, entre otros, esta es, hasta la fecha, la exposición más importante que se ha hecho en el país vecino de arte español.
Aunque es pronto para saber cuál será la reacción del público marroquí, una de las comisarias de la muestra, Yolanda Romero, explicaba que “es bueno contribuir a la apertura de lenguajes y desarrollar la afición por códigos del arte contemporáneo que habitualmente generan cierto rechazo”. Para ayudar a los visitantes, además del catálogo, se distribuirá al visitante una pequeña guía con textos que acompañen y contextualicen las piezas, algunas de ellas ligadas a la historia de España y quizá difíciles de ser interpretadas para un espectador no informado. El Museo de Arte Contemporáneo de Rabat, unas instalaciones modestas aunque modernas, lleva abierto apenas tres años en los que ha servido de altavoz para los lenguajes de vanguardia en el arte tanto africano como europeo.
Hasta ahora, la vecindad de ambos países no se había traducido en una exposición, pero tampoco el Banco de España había realizado una exhibición de sus fondos de esta envergadra. “Le hemos dado una perspectiva histórica para darle un carácter de conocimiento mutuo y para plasmar la contribución de la institución en el arte español”, comentaba Romero sobre una labor doble del Banco, primero por medio de encargos y en segundo lugar a través de compras de obras de artistas en desarrollo. Así, en el primer grupo hay muestras como el retrato de Carlos III y de Fernando VII, e incluso del príncipe Alfonso XIII, de artistas como Salvador de Maella, cuya actividad dio lugar a un taller especializado en este tipo de retrato oficial. Francisco de Goya recibió uno de estos encargos para retratar al Marqués de Tolosa, al que despoja de ornamentos para darle un tratamiento psicológico. La tradición ha continuado hasta hoy, por ejemplo, con los retratos de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía realizados por Carmen Laffón y que no han viajado por su enorme tamaño. Sin embargo, en la muestra sí pueden verse los encargos de Sorolla, Zuloaga y otro de la propia Laffón.
Sin embargo, el 80 por ciento de la colección es de corte contemporánea e incluye un quién es quién de la pintura española. Por ejemplo, de los informalistas: Saura, Chillida, Tàpies, Manuel Rivera y Manuel Millares comparten sala con José Guerrero. Como representantes de los artistas geométricos la muestra incluye a Soledad Sevilla, Equipo 57, Elena Asins justo antes de pasar al realismo crítico con una serie de piezas de Rafael Canogar que remiten a la represión policial y otra del Equipo Crónica que juega con obras clásicas del Velázquez o Picasso llevadas al lenguaje del cómic. La exposición no se deja a Luis Gordillo, Miquel Barceló, Chema Cobo y Carlos Alcolea en una sección que han llamado “efectos especiales” y sigue prácticamente hasta la actualidad con obras de Eulalia Valdosera, Rogelio López Cuenca, Helena Almeida e Ignasi Aballí antes de terminar con un pequeño autohomenaje: las fotografías de Cristina Lucas de “La cámara del tesoro”, que muestran las reservas de oro del Estado español custodiadas en el Banco, unas reservas que ya no rigen el valor de la moneda (pues no existe el patrón oro) y que por tanto son tan simbólicas como un lingote imaginario pero tan sólidas como la puerta de grueso tonelaje que las custodia. Daniel García Andújar, en “El capital. La mercancía”, fantasea también con el billete inventado, otra abstracción de valor contenida en un trozo de papel, exactamente igual que la obra de arte. La muestra deja así claro que el banco de España tiene un tesoro y, además, un montón de lingotes de oro inservibles.

UN PLAN TAMBIÉN EN MADRID

Para quienes no puedan desplazarse a Rabat y tengan más a mano la Plaza de Cibeles, merece la pena recordar ahora que la exposición marroquí ha sacado de su madriguera blindada la extraordinaria colección que atesora el Banco de España, que ésta es visitable en las ya de por sí interesantes dependencias de más de 100.000 metros cuadrados de su sede central. Aunque ahora a la colección le falten estas 70 piezas que permanecerán en préstamo hasta el 4 de febrero de 2018, parte del vasto patrimonio que atesora la institución puede verse con previa cita, según explican sus responsables.