Javier Gurruchaga: 'Me preguntaron sobre mi disco 'Ellos las prefieren obesas'. Y yo dije que no, que eran gordas'
La Orquesta Mondragón presenta un recopilatorio, “¡Noticia bomba!”, y el líder de la banda desvela la reflexión del disco sobre la actualidad
Javier Gurruchaga le ha dedicado una cancióna a Trump, “¡Que viene Trump!”, uno de los dos temas nuevos que la Orquesta Mondragón ha publicado en su disco recopilatorio “¡Noticia bomba!”.
Si Trump fuese, en realidad, Javier Gurruchaga disfrazado y el mundo, un escenario de televisión, la actitud del presidente de Estados Unidos sería totalmente comprensible. Por eso mismo, para que por unos minutos
pensemos que Trump es una fantasía, Gurruchaga se caracteriza de él. Además, le ha dedicado una canción, “¡Que viene Trump!”, uno de los dos temas nuevos (junto a “Buscando a Rita”) que la Orquesta Mondragón ha publicado en su disco recopilatorio “¡Noticia bomba!”.
El título hace referencia a una actualidad que va ganando magnitud.
Cada vez las noticias son más grandes porque cada vez hay más riesgos. Nuclares, de desastres naturales por la gestión climática... Estamos en junio y parece que estamos en febrero. Está claro que vivimos en un tiempo un poco raro, disparatado, de gran desconfianza, donde hay muchas mentiras. Incluso venía leyendo la noticia de un presidente extranjero, el ucraniano, que justificaba el haber asesinado falsamente a un
periodista. Y una alucina. Entre otras cosas, porque un empresario de casino como Trump, sea el presidente de los Estados Unidos. Sólo hay que ver las mentiras por día que dice ese señor, dicen que son 6,5.
-¿Cómo afecta este alocado mundo a la hora de crear? ¿Desconcentra?
Pues andas con miedo porque piensas en cómo le va a sentar a éste que escribamos ésto. Esta frase no la podemos meter porque se puede confundir con lo otro. Hay una regresión en cuanto a libertad de
expresión se refiere, y es algo global porque hay muchas zancadillas.
-Un recopilatorio supone revisar el trabajo hecho. ¿Ha encontrado cosas que no podría cantar hoy porque se han estrechado los márgenes de lo políticamente correcto?
Me preguntaron en una cadena de televisión sobre mi disco “Ellos las prefieren obesas”. Y dije no, perdón. No es obesas, es gordas. Y así me ha ocurrido con unas cuantas canciones.
-¿No es contradictorio? Es decir, el que se intente evitar la palabra “gordo” es lo que la ha convertido en algo despectivo. Mientras, “flaco” se sigue usando con normalidad, por lo que es como aceptar que es la cara positiva de la moneda. Por tanto, con el uso supuestamente correcto del lenguaje en realidad se está emitiendo un juicio de lo que es bueno o malo.
Para contestarte. Yo me llamo a mí mismo gordo, y en mi familia todos los somos, y estamos estupendos. Además, sigo cantando a las gordas y cuando voy a México me piden que cante “Ellos las prefieres gordas” varias veces porque les gusta la canción. Pero bueno, es como si en determinados casos hay que usar el masculino o el femenino. Al final, todo eso es un divertimento. Al paso que vamos hay muchos autores a los que iremos suprimiendo poco a poco, como Gustave Flaubert, porque Madamme Bovary era una adúltera.
-Con la orquesta ha recorrido mucho pueblos de España. ¿Cómo siente que esos lugares estén casi muriendo porque pierden población que prefiere las oportunidades de las grandes ciudades?
Ese fenómeno en realidad pasaba antes también. En los 60 la gente se iba a Alemania, o los andaluces a Cataluña. A mí me gusta la ciudad grande, en el sentido cosmopolita. Voy bastante a Ciudad de México por ejemplo. Los pueblos son encantadores, pero en ellos me entra el sueño enseguida.
-¿Cómo convive la Orquesta Mondragón con la época de los festivales?
A mí me gusta más un concierto de un artista, de una hora y media o más en la que haga su repertorio. Juntar a varios artistas en el mismo eventos es una fórmula nueva, quizá más amena, que buscan los empresarios para ir tirando porque ya no se venden discos, pero no sé qué decirte. Pero está claro que no es lo mismo ver una actuación de media hora, que se produzca un “coitos interruptus”, luego otra media hora de música, y otra interrupción...
-¿Qué piensa de un aparato como el móvil que usted no ha tenido presente en la mayor parte de su vida?
Es un delirio de soledad, de egoísmo, de insensatez... Hace poco me contaron que el hermano de una cantante famosa estaba en México e iba por la calle intentándose comunicar por tres teléfonos. Pendiente de uno y otro, al final, le atropelló un autobús. La gente tiene que saber que el móvil no es su compañero y que es algo para momentos puntuales, no para relacionarse constantemente. Es como hacer un puré con una máquina de estas que cocinan. Seguro que no saldrá tan bueno como hecho a mano, ya te lo digo yo.
-En las ciudades se ve mucha gente anciana sola. Es un fenómeno preocupante. ¿Lo percibe en la gente de su alrededor?
Miedo por esa soledad no se siente hasta que te toca. Pero es verdad que hay muchos casos así, igual que otros en los que una pareja aguanta junta toda la vida porque “por el interés te quiero Andrés”. En definitiva, nacemos y morimos solos porque en la cajita no cabe nadie más. La soledad es un tema que a mí me ha apasionado, como la vejez, porque son conceptos que nos persiguen y con el paso del tiempo están cada vez más presentes. Y si me lo permites, sobre todo esto recomiendo un libro, “La noche de Ivan Ilich”, de Tolstoi.