Jiménez Losantos-: «Marx era profundamente racista, un furioso antisemita»
El autor de «Memoria del comunismo. De Lenin a Podemos», habla con LA RAZÓN sobre la vigencia de esta ideología. Ofrecemos un extracto de la entrevista que se puede consultar íntegra en la web.
–Las luchas entre socialistas y comunistas han sido duras; sin embargo, compartían objetivo: la sociedad sin clases. ¿Qué diferencia había y hay entre unos y otros?
–Los primeros vienen del trabajo y entran en política a través de los sindicatos, pero saben lo que es el trabajo. Pero el comunismo es una profesión de profesores, periodistas y vagos; gente que no sabe lo que es pagar una hipoteca. Y esta cuestión es esencial. Lenin era un psicópata criminal que hizo del comunismo un negocio redondo para gente sin moral, que robaba, mataba sin tasa y presumía de ello. La diferencia entre el socialista Kautsky y Lenin es que Lenin mata.
–Si todo está en Lenin, como dice en su libro, la estrategia para hacerse con el poder, también. ¿Y el liderazgo? Porque el comunismo necesita un caudillo...
–El líder leninista es un biotipo, es Lenin, Mao, Castro, el Che o Pablo Iglesias. Es un hombre sin padre, rodeado de mujeres, en la que él es el niño omnipotente. La voluntad infantil se traduce en que sus deseos son órdenes, y ahí está todo su entorno para satisfacerlas. Y como la realidad no le deja, le dan ataques, somatiza los fracasos y le da una pájara de un mes, como a Pablo Iglesias.
–Hitler se basó en el leninismo para hacerse con el poder, y ahora la extrema izquierda se ha adueñado de las bioideologías sobre la naturaleza, el vegetarianismo y los géneros que ideó el nacionalsocialismo. ¿Quién ha triunfado? ¿Lenin o Hitler?
–Marx era profundamente racista, un furioso antisemita. Bujarin es el primero que dice que Mussolini ha copiado literalmente a Lenin y que por eso tiene éxito. Y por dicha razón las contrarrevoluciones triunfaron en Europa, incluido Hitler, quien unió el método leninista al paganismo popular alemán.
–El estatismo parece que ha superado al consenso socialdemócrata.
–El Estado, a través de grupos de presión comunistas, totalitarios, te dice lo que tienes que vestir, lo que tienes que comer, incluso prohíben cuadros en Manchester porque salen señoras desnudas. ¿Hasta dónde vamos a llegar? El PSOE pretende meter en la cárcel al que diga que Franco hizo alguna cosa buena. Estamos admitiendo unas cosas, porque vienen del Estado, que no admitiríamos a ningún partido.
P. En tu libro queda claro que, a diferencia de lo que dice Richard Pipes, gran historiador, la aspiración comunista no es cosa del ayer, sino que está muy presente.
R. El comunismo no pertenece al pasado. Mi libro demuestra que como es una ideología contra la propiedad, es una ideología contra el individuo y la libertad porque son la misma cosa. Eso no se extinguirá nunca porque la voluntad de dominar la vida de los otros está en la naturaleza humana, y el hombre es malo. Ahora, además, los medios técnicos permiten convencer a lo Münzenberg para venderte la mula ciega de que, haciéndote el mal, te hacen el bien. No; si al final te fusilan por tu bien.