Kapellmeister en el podio

La ORCAM no tiene más que contadas posibilidades a la hora de contratar directores invitados a su podio, dado el número de conciertos, las obligaciones con la titularidad y los deberes con el pasado más reciente. Por ello hay que elegir bien a los invitados de forma que puedan aportar algo a la formación. Günther Herbig ha sido una opción excelente.

Es curiosos que, de origen alemán, haya desarrollado gran parte de su extensa carrera en Estados Unidos, concretamente en Detroit, Toronto o Dallas, aunque también haya tenido cargos importantes en Berlín o Dresde. Su presencia ha sido habitual en Canarias y también en Madrid. Ha vuelto, a sus casi 87 años, a la ORCAM con un programa elegido por él mismo que le iba como anillo al dedo.

Dos sinfonías juveniles para una maestro veterano. Schubert escribió su «Trágica» a los diecinueve años y Schumann su «Primavera» a los treinta y uno, pero fue su primera sinfonía. Ambas sonaron con el carácter que les corresponde, mereciendo destacarse la melancolía mozartiana del «adagio» del primer movimiento de la obra de Schubert y la vitalidad del «allegro animato» del cuarto de la de Schumann. Inicio y final de un concierto breve pero intenso, muy disfrutado en un auditorio con buena entrada.