Kosice se pone guapa para ser capital cultural europea
Kosice, la segunda ciudad de Eslovaquia, ha asumido con entusiasmo su condición de Capital Europea de la Cultura de 2013, un hito histórico para una urbe que quiere evolucionar desde su reciente pasado de ciudad industrial, apostando por el turismo y las nuevas tecnologías aplicadas al arte.
Kosice, la segunda ciudad de Eslovaquia, ha asumido con entusiasmo su condición de Capital Europea de la Cultura de 2013, un hito histórico para una urbe que quiere evolucionar desde su reciente pasado de ciudad industrial, apostando por el turismo y las nuevas tecnologías aplicadas al arte.
La capitalidad cultural, que comparte con la francesa Marsella, ha motivado en Kosice la renovación de veinte inmuebles, desde teatros, museos, y cuarteles, a parques y calles enteras, e incluso una piscina ha sido transformada en centro artístico.
El ambicioso programa cultural consta de 134 eventos repartidos a lo largo del todo el año y que tocan todas las parcelas del arte.
Así, por Kosice pasará el actor John Malkovich, que actuará en "La comedia del infierno: confesiones de un asesino en serie".
También se celebrarán conciertos de la Orquesta Sinfónica Metropolitana de Tokio; y recitales sobre el escritor eslovaco Sándor Márai ("El último encuentro"), un autor poco conocido en su ciudad natal que está siendo redescubierto ahora.
España también ha estado ya presente en Kosice, con el recital que ofreció el director de orquesta catalán Jordi Savall y su conjunto Le Concert des Nations y con el XX Festival Internacional de teatro escolar en español, en el que participaron 120 estudiantes de siete países del Este.
Además, en otoño se celebrarán los Días de la cultura española, protagonizados por alumnos de los colegios bilingües de Eslovaquia.
El 5 de octubre, Kosice se unirá a las ciudades europeas que celebran la Noche en Blanca, una iniciativa para acercar el arte contemporáneo al gran público.
Ese mismo fin de semana se celebrará también el maratón, que tiene gran solera al ser el más antiguo de Europa.
El año pasado Kosice fue visitado por 150.000 turistas, una cifra muy lejos aún de los millones que acuden a otras urbes del este y centro de Europa, pero que en lo que va de 2013 se ha triplicado ya.
El título de Capital Europea de la Cultura que concede la UE ha supuesto para Kosice un inyección financiera de 85 millones de euros, financiados en un 85 % por Bruselas y el resto por el Gobierno eslovaco y las autoridades municipales.
"También intervienen actores locales, sobre todo del sector privado", afirma Tomas Cizmarik, de la agencia gubernamental Kosice 2013, encargada de coordinar los preparativos de la capitalidad.
Esas empresas se han agrupado en la Coalición 2013+, con un esquema de mecenazgo basado en la responsabilidad social corporativa para "apoyar directa e indirectamente la capitalidad de la cultura, y no sólo durante este año, sino después", matiza Cizmarik.
Entre los implicados destacan importantes empresas de tecnologías de la información, que han creado el llamado "IT Valley", un proyecto que se está fraguando en los aledaños del estadio de hockey sobre hielo, en el distrito Teraza.
En esta zona se van a invertir 24 millones de euros para transformar un obsoleto complejo de cuarteles militares en un nuevo eje cultural y económico.
En dos meses se inaugurará aquí el Kulturpark, con cuatro grandes edificios y otros pequeños pabellones multiusos, "una incubadora de empresas de ideas creativas", afirma Iveta Ninajová, directora ejecutiva de Kosice-Turizmus.
El sector tecnológico emplea hoy a unas 6.000 personas y es, tras el metalúrgico, el principal generador de trabajo de la ciudad.
En su apuesta por la tecnología la ciudad está preparando su candidatura al premio que la Unesco concede a las industrias creativas para el desarrollo.
El objetivo es formar parte de la red europea de Ciudades Creativas que tienen a los "Media Arts"como campo de excelencia.
Según Ninajová, se trata de "transformar la ciudad a través de la cultura", también con una nueva concepción urbanística que haga crecer el centro en otras direcciones.
Esta experta considera que en esta nueva visión de la ciudad "a 20 años"jugarán un papel importante la empresas de investigación tecnológica, con todas sus posibilidades para el diseño creativo.
De esta forma, la ciudad quiere dejar atrás su histórico papel de cenicienta: segunda ciudad, tras Budapest, cuando formaba parte de Hungría, y segunda ahora en Eslovaquia.
Una ciudad cuya belleza quedó durante años oculta por el urbanismo soviético y las industrias siderúrgicas y que durante mucho tiempo se ha sentido maltratada e ignorada.