La belleza y el tiempo
Toni Catany ha sido un maestro para todos, y no sólo por su trabajo. Él ha sido la figura capaz de ponernos en contacto a todos nosotros, a toda una generación. Su universo es casi una traducción de cómo es él: poesía, atención a los detalles de rincones insospechados, la mirada delicada del paso del tiempo. Tuvo esa maestría para conjugar estética, honestidad y belleza al margen de las modas y las tendencias. La obra de Toni ha tenido una coherencia extraordinaria. Transparenta lo cerca que estaba su trabajo y su manera de ver la vida. Su obra era tancercana a él que resulta difícil buscar un artista similar en la fotografía española. Era un planeta sin lunas a su alrededor. Es lo que ha hecho de él un artista respetado. Todas sus obras están relacionadas por un mismo aliento poética, procedente de su asombrosa sensibilidad. Resulta lógico que la pintura se haya transparentado en su trabajo. Sin embargo, tanto sus calotipos, como sus polaroids y sus naturalezas muertas tienen una base fotográfica extraordinaria. En él están contenidas muchos de los grandes referentes del siglo XIX y del XX. Además, ha experimentado con procesos antiguos. Buscaba la belleza en las cosas. En el arte contemporáneo no es habitual, pero él siembre ha defendido esta búsqueda. Creía en cierto sentido de redención a través de la belleza. Es, en definitiva, insustituible en nuestra historia reciente.