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«La política no debe jamás censurar la cultura»

Tras exhibirse con éxito en el Festival de Cannes, Ekaterina Yarostkaya habla de la película «Leto» y del arresto domiciliario que sufre su director, Kirill Sebrennikov, por diferencias con el gobierno de Putin
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Tras exhibirse con éxito en el Festival de Cannes, Ekaterina Yarostkaya habla de la película «Leto» y del arresto domiciliario que sufre su director, Kirill Sebrennikov, por diferencias con el gobierno de Putin.
Nacida en Moscú en 1984 en una familia de científicos hoy es madre de dos hijos y reside en Los Ángeles junto a su marido. Es una de las productoras de «Leto», cuyo director permanece bajo arresto domiciliario por diferencias con el gobierno de Putin. La premiere mundial se celebró en el reciente Festival de Cannes y el filme transcurre durante la Perestroika y cuenta la historia del famoso cantante de Victor Tsoi y su banda de rock underground del Leningrado de los años ochenta.
–El filme se ha exhibido con éxito en Cannes, pero su director no ha podido disfrutarlo.
–Así es. Para mí significa un sueño hecho realidad. Desafortunadamente Kirill fue arrestado aún cuando estaba rodando el pasado agosto, pero fuimos capaces de poder terminar el filme.
–¿Se ha comunicado con él?
–Al estar bajo arresto domiciliario por lo que no se le permite hablar con nadie.
–Hábleme del filme.
–Está basado en un músico de rock de los ochenta llamado Víctor Soi, para muchos rusos es casi como el Jesucristo de la música. Es un poeta como Dylan. «Leto» es una manera de presentar nuestra música a un público para el que el rock autóctono era desconocido. Espero que a partir de este filme la gente se interese más por la música rusa.
–¿Cree que Putin está presionando al cine ruso?
–Quiero pensar que la cultura no se vea afectada por la política en mi país. Dicho esto no quiero decir que no suceda. «Leto» va a ser distribuida por Sony y confiamos en que se pueda ver en muchos países. Si te soy sincera me gustaría que esta pregunta no me la hubieras tenido que hacer y que la situación, sobre todo para nuestro director, fuera diferente. Tengo fe en que ese solucione todo pronto. La gente debe poder expresarse con total libertad.
– ¿Cuesta más ser productora en EE UU al ser rusa?
–No, creo que, de hecho, mi experiencia en Rusia me ha ayudado tremendamente porque creo que mi cultura es bastante enriquecedora. Desde la música, al arte, pasando por la literatura. Me ha dado una gran ventaja. Ser rusa ha sido, sin duda, más positivo que negativo.
¿Considera que la situación tensa que se vive en estos momentos entre EE UU y Rusia está afectando al cine?
–Cuando hay una crisis entre países de tipo político la cultura en muchas ocasiones es la encargada de diluir esas diferencias. El cine está para unir las culturas, no para separarlas.
–Tiene otro filme que se estrenará en breve, «Bushwick Beats», sobre la unión y el amor incondicional.
–Así es. Nos hemos asociado dos productores rusos y dos americanos, así que en él impera la diversidad. Tiene lugar en Bushwick, Nueva York, y la esencia del filme es mostrar cómo es posible que la gente conviva, independientemente de la religión, nacionalidad o raza, lo que les hace estar unidos y el poder del amor incondicional.
–¿Se ha encontrado en alguna ocasión con una situación de abuso de poder?
–Me siento orgullosa de ser mujer y productora. He tenido bastante suerte porque no me he encontrado con obstáculos en mi carrera debido a mi condición femenina. Campañas como la del #Metoo nos dan la oportunidad de unirnos y ser aún más fuertes y exigir nuestros derechos. En mi época de periodista tengo que confesar que experimenté algunas situaciones bastante desagradables. Por eso creo que este movimiento es fundamental, aunque me hubiera gustado que hubiera comenzado años atrás porque personalmente conozco a muchas mujeres que también han pasado por eso.
–Hay, no obstante, voces muy críticas hacia el movimiento.
–Sí, las he escuchado. Para acabar con esta lacra hay que unirse y hacerse oír. Es un movimiento necesario y es muy triste que mucha gente callara sobre Weinstein, pues todo el mundo en la industria era consciente de ello. Creo que este movimiento está cambiando el cine para mejor. A partir de ahora podremos ver a más mujeres directoras y productoras sin que nos sorprenda, será algo normal.

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