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Algo más que un marido

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Leonard Woolf (Londres1880-1969) fue uno de los intelectuales más importantes de su tiempo. En el Trinity College de Cambridge conoció a Lytton Strachey, E.M. Forster y Bertrand Russell, con los que formaría, entre otros, el famoso Círculo de Bloomsbury. Escribió numerosos ensayos de política y sociología que tuvieron una importante trascendencia en su época, una autobiografía en cinco tomos, dos novelas y tres relatos, además de la que reseñamos aquí, «Las vírgenes sabias» (Impedimenta), una descarnada sátira familiar, y fue un editor exquisito y sensible en la prestigiosa Hogart Press, que él mismo fundó. En agosto de 1912 se casó con Adeline Virginia Stephen y el carisma y la trayectoria literaria de su esposa fueron tan influyentes que Leonard pasó a convertirse en el marido de Virginia Woolf. Entre 1904 y 1911 fue funcionario del gobierno inglés en Ceilán (hoy Sri Lanka). Fruto de sus experiencias es este libro que se traduce por primera vez al español, formado por una novela y tres relatos.
Víctimas de las fieras
«La aldea en la jungla» está considerada como una de las tres novelas más importantes sobre el colonialismo inglés en Oriente. A través de las penalidades de una familia se desvelan las injusticias que deben sufrir los nativos, acosados por los caciques tribales y los funcionarios del Gobierno, obligados a luchar día a día contra una jungla dispuesta a engullir la aldea y a los habitantes que no hayan sido ya víctimas de las fieras salvajes o las enfermedades, un mundo que se rige por el miedo y el hambre y que Woolf describe con una empatía hacia los nativos de la que hace partícipe al lector y unas soberbias descripciones de la jungla, que se convierte en el principal protagonista de la novela, un ente vivo que oprime al poblado y lo acecha en cada puerta de las cabañas de adobe, dispuesto a asfixiar caminos y senderos.
Los tres relatos tienen en común la estructura en forma de diálogo que recuerda al «Decamerón». Funcionarios que han vivido en las colonias cuentan sus experiencias, ofrecen sus opiniones sobre las relaciones entre nativos y colonos o narran antiguas leyendas que les contaron. «Un cuento a la luz de la luna» describe con agudeza un tipo de amor: el que es fruto de nuestra imaginación y nos empeñamos en materializar en una persona concreta. «Los dos brahmanes» es una pintoresca historia cargada de sabor local y no exenta de humor y filosofía vital, y «De perlas y cerdos», quizá lo mejor del libro, es un magistral relato sobre la locura y la crueldad del hombre blanco. Si en todo el libro se percibe el eco de Kipling y de la Biblia, aquí además no podemos dejar de pensar en el famoso horror de London. Un libro imprescindible que nos lleva a clamar para que termine, al menos en la historia de la literatura, ese largo eclipse conyugal.

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