Céline nació en Amberes
Está claro que las sorpresas en la literatura de los últimos años provienen de Flandes, al menos, a quien esto escribe, no le cabe la menor duda. Esta «Voluntad» es buena prueba de ello en tanto que nos transporta a la culpa y a la maldad... a la perversidad, y de nuevo la culpa, en el contexto de la guerra. Centremos la sinopsis de la novela para entender mejor el texto: Durante la Segunda Guerra Mundial, y tras la ocupación alemana, Amberes se ve sitiado por la violencia. Wilfried Wils se siente poeta, pero es policía. Es ahí, en esa existencia y tiempo que le han tocado vivir, divididas entre la belleza (la de Yvette, la mujer enamorada de él; y la de Lode, un joven compañero de trabajo que arriesga la vida para ayudar a los judíos) y el horror (su mentor artístico, Barbita Feroz, a quien le gustaría ver a los judíos aniquilados), donde Wilfried deberá escoger cuál es su bando y, por ende, su destino.
Olyslaegers nos arrastra con un lenguaje preciso que recuerda el tono de Louis-Ferdinand Céline, con un staccato similar e irresistible. Un componente que está en la escritura sin ser la escritura; que tiene que ver con los asuntos y las ideas sin consistir propiamente en ellos. Entre otras cuestiones, hace que la brutal realidad de la ocupación sea sentida en carne propia y nos haga replantearnos los grandes dilemas morales de la infracción y la ética, dejándonos en una zona de sombra, crepuscular, dolorosa y doliente, en la que todos nos sentimos con las manos sucias, embarradas, con el único afán de salvarnos de la quema. En extremos opuestos de la narración está Yvette, una criatura irresistible para la que nuestro protagonista no escatima halagos y cuyos primeros encuentros íntimos están deliciosamente descritos. No en vano, la escena de sexo es de las más hermosas que se pueden haber leído en los últimos tiempos. Y luego está Lode, que aunque tome enormes riesgos por salvar a los judíos de las garras de los alemanes, el lector no sabe si lo hace desde la ética o por interés crematístico.
Mirada cínica
En el tercer extremo del ring se encuentra Baardje, temible antisemita. Mientras, Wils los contempla, se retuerce entre las distintas posturas... hasta que la sangre le salpica. Nos empapa. El narrador sobrevive a la guerra y le contará su historia a su nieto con una mirada cínica y amarga y las manos vacías de razones. Nadie puede escapar de esta oscuridad opresiva de una «antiepopeya». Ningún ser con dos milímetros de alma. Salgan corriendo, si pueden.... de un texto que duele, porque es cierto. Permanezcan si aman la verdad, porque aquí la hay, y mucha. Menos mal que todo podría ser ficción. De no ser así, ¿quién aguantaría más de dos o tres realidades? Lo peor de todo es que la narración es cierta.
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sobre el autor
Nació en Amberes. Estudió Filología alemana. Escribe columnas, teatro y narrativa
ideal para...
No salir indemne del dolor. Cada personaje se describe con gran credibilidad
un defecto
El libro resulta difícil. Los muchos saltos de tiempo ayudan poco
una virtud
Si la empatía lectora existe, ésta es la obra que el lector sensible necesita
puntuación
8