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Compendio para sorprenderse y despertar el gusanillo de la curiosidad

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¿Por qué los Premios de la Academia de Hollywood se llaman Óscar? ¿Cuánto dura un día en el planeta Venus? ¿Cómo murió Atila? Estas son algunas de las curiosidades que recoge Cristina García-Tornel en su "Compendio general e innecesario de cosas que nunca pensó que le fueran a importar".
¿Por qué los Premios de la Academia de Hollywood se llaman Óscar? ¿Cuánto dura un día en el planeta Venus? ¿Cómo murió Atila? Estas son algunas de las curiosidades que recoge Cristina García-Tornel en su "Compendio general e innecesario de cosas que nunca pensó que le fueran a importar".
"Sería fantástico despertar en el lector el gusanillo de la curiosidad, y abrir el apetito de saber más y más", cuenta García-Tornel a Efe sobre una obra, editada por Debate, que recopila anécdotas insólitas, datos sorprendentes y respuestas a las en apariencia preguntas más inconcebibles.
El compendio se presenta como una forma de "cosquillear"nuestra imaginación y sembrar nuevas inquietudes en nuestra cabeza. Por ejemplo, todos hemos usado alguna vez un bolígrafo "bic", pero pocos nos hemos preguntado cómo nació su famosa "bolita". Igual que, tras el verano, hemos observado con resignación cómo nuestro bronceado se borra, pero sin preguntarnos el porqué.
"Sorprenderse, sonreír, reflexionar y por qué no, adquirir nuevos conocimientos"son algunas de las reacciones que la autora quiere provocar a quien se asome a su libro, una invitación para que "desconectemos"de la realidad cotidiana y nos "dejemos llevar".
Las pequeñas "píldoras"que forman el compendio se reparten a lo largo de las páginas sin ningún orden aparente, escapando de toda clasificación temática, lo que permite una lectura lineal u otra más desenfadada.
Así, el lector puede "ir picando"entre aquellos epígrafes que llaman más la atención, saltando en un abrir y cerrar de ojos de las etapas de la evolución humana a las lesiones más frecuentes que se producen durante el acto sexual.
Detrás de esta organización aleatoria, hay un proceso de búsqueda y verificación que ha llevado a la escritora a sumergirse en libros, investigaciones y sobre todo, en internet.
"Pura minería de datos"afirma García-Tornel, que reconoce haber sentido "vértigo"a la hora de ponerse a trabajar con una cantidad de datos tan inmensa. El rigor en la verificación ha sido fundamental, ya que, como ha podido comprobar la autora, "la red está plagada de trampas".
Ella misma recoge en este compendio la sobrecarga de información que las nuevas tecnologías han propiciado. En un minuto, por ejemplo, se crean 570 páginas web, se publican seis artículos de Wikipedia y se suben 3.000 fotos. "Discernir correctamente entre lo verdadero y lo falso constituye una tarea fundamental", dice.
Sin embargo, esta labor está lejos de ser sencilla. "Muchas informaciones erróneas aparecen en lo más alto de las consultas, debido quizá al efecto multiplicador de internet", explica García-Tornel, quien dice haber sufrido auténticos "quebraderos de cabeza"causados por la dinámica de posicionamiento de los buscadores.
Debido a su formación -estudió Filología Alemana y trabaja como traductora y editora-, siente una inclinación especial ante aquellas curiosidades relacionadas con la lengua y la literatura. Los epígrafes dedicados a los juegos de palabras, los vocablos poco conocidos y las frases más largas de la literatura son prueba de ello.
Algo que no le impide volcarse en otros temas que, dice, "le apasionan", como la historia, el arte, la naturaleza y los enigmas de la ciencia, todos ellos enfocados de tal forma que sean fáciles de leer, incluso para aquellos que se confiesen "profanos en la materia".
Por eso, da igual si el lector ya ha olvidado las clases de química que recibió en el instituto; esto no impedirá que relea con incredulidad las líneas que describen la composición de un café. O si las lecciones de historia resultan para él el mejor de los somníferos; aún así, no podrá evitar esbozar una sonrisa al descubrir algunas de las muertes más absurdas de la humanidad.
De esta forma, la autora sigue una filosofía que bien podría resumirse en la frase de Ortega y Gasset con la que comienza el libro: "Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender".