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Dan Brown: «Mis libros son de los que más "piratea"la gente»

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«En nuestro mundo el poder se concentra cada vez más en menos manos. Esa es la realidad». Dan Brown, el escritor de los 200.000.000 de libros vendidos, ha vuelto. Lo ha hecho con «Inferno» (Planeta) y su personaje favorito, Robert Langdon, ese «alter ego» que «tiene una vida más interesante que la mía, que recorre el mundo que me gustaría conocer a mí y que, encima, es más inteligente que yo. Cuando él hace una reflexión inmediata sobre una obra de arte, yo aún tardo dos días en digerir y escribir esa idea». En su visita a Madrid se refirió a su educación familiar (un ambiente que se dividía entre la ciencia y la religión), del nacimiento de su vocación literaria y de su frustrada carrera musical. Pero comenzó hablando de conspiraciones y de la fascinación que provocan en el imaginario popular. «El espíritu humano está construido de tal forma que quiere creer que hay una razón para todo. A la mente humana no le gusta el caos, que la vida sea aleatoria. Cuando ocurre algo tiene que pensar que existe una razón. Es una cosa casi biológica». Y ésta es una de las razones que conduce al público a leer sus libros.

El disco español del escritor

Dan Brown creció en un hogar «curioso» con una madre organista que tocaba en la iglesia y un padre matemático (cuyos textos se han usado en España). «Estuve entre los números y la fe. Cuando le pregunté al cura cuál era la respuesta adecuada, me dijo: "Los niños buenos no hacen esas preguntas". Me adentré en los estudios y me di cuenta de que la religión y la ciencia intentan explicar lo mismo». Después lanzó un disco en California que fracasó y otro que incluía «doce canciones en español. Lo grabé con unos amigos. Nuestro grupo se llamaba "Piropo", en español. Vinimos a Madrid y lo entregamos a las discográficas, pero... En ese momento sonaban Miguel Ríos, Mecano, La Orquesta Mondragón, Víctor Manuel... Me encanta la música española». Aunque aquella pasión quedó truncada por un encuentro casual. Durante un viaje a Tahití encontró un libro en la playa «y al leerlo me di cuenta de que era muy entretenido. Me dije, esto lo puedo hacer yo. Pensé que se me daría bien. Al día siguiente me levanté con la idea de escribir una novela. Mi mujer, al escucharme, me dio unas palmaditas en la espalda. Pero así nació "La fortaleza digital". El primer editor al que se la entregué la cogió. Y entonces reflexioné, y me dije: «"Esto es más sencillo que la música"». Así nació el escritor estrella que arrasa en las librerías.
El novelista confirmó que son ciertos todos los rumores que circulan sobre él: se levanta a las cuatro de la mañana a escribir; se cuelga boca abajo para estirar la espalda, y cada hora para y hace flexiones: «La escritura nunca ha sido un placer del todo. Por cada página de "Inferno"he escrito cuatro». Sus tres primeras obras no gozaron de un gran éxito. Pero la siguiente, sí. Aunque para eso su editor recurrió a una estrategia: repartir entre las librerías, de forma gratuita, 10.000 ejemplares, una tirada que superaba el número de los impresos de sus anteriores títulos. «Después de "El Código Da Vinci", mi vida tiene dos caras. Ahora puedo acceder a documentación que no tenía antes. Hablo con conservadores de museos, entro en pasadizos...». Para no dar pistas sobre las tramas, el escritor reconoció que «hago preguntas que no tienen nada que ver con las novelas. Pongo, eso sí, cara seria cuando me las cuentan y tomo notas. Hay que tener cuidado de dónde sacas la información para que sea exacta». Si existe un nombre vinculado a Dan Brown es Robert Langdon. Su personaje, un profesor de simbología religiosa en la Universidad de Harvard, promete, además, quedarse mucho tiempo. «Tengo muchas ideas para él, como para doce o trece libros. Quién sabe si los redactaré todos. De hecho, existe un fichero de argumentos con las líneas generales de las historias, con apuntes sobre temas científicos y detalles que me han llamado la atención», reconoce. Dan Brown confiesa que tarda en elaborar sus tramas: «No son sencillas». Nada que ver con el primer libro que escribió: «Se llamaba "La jirafa, el cerdo y los pantalones que cogen fuego". Se lo dicté a mi madre, hice las ilustraciones y lo encuadernamos. Mañana (por hoy) lo enseñaré en la conferencia que daré en Madrid».
Brown, que leyó «La Divina Comedia» a los 18 años –después la ha abordado en diversas ediciones, incluido el italiano–, reconoce que «existen misterios sin resolver», pero que «los más fascinantes son los que tienen que ver con «lo que significa ser humano o si podemos jugar a ser Dios (se refiere a la genética)». Una de sus inquietudes y uno de los temas que aborda en «Inferno» es la superpoblación. «En los últimos 85 años, la población de la Tierra se ha triplicado en una sola generación. Tenemos más de 200.000 personas que nacen cada día. Es el problema del futuro. La deforestación, el agua contaminada y la capa de ozono son síntomas de un tema más hondo, más profundo, y es el aumento de la población. Es un problema tan grande que requerirá una idea drástica». En su libro propone reducir un treinta por ciento el número de nacimientos durante las próximas décadas. Después de conseguirlo, Brown plantea una cuestión no menos interesante: el futuro del hombre. «Habrá que reproducirse entonces y la genética habrá evolucionado mucho. Si es así, ¿tendremos que usar la genética? Es una herramienta de la evolución humana y, también, un problema ético». Cuando se le pregunta por el éxito de sus novelas, Brown tiene una respuesta: «Los "best-seller", los míos y los de mis compañeros, permiten que se editen libros que no venden tanto». Consciente de su fama, reconoce que «la piratería es un tema preocupante. Está ahí. Mis libros son las obras que le gusta piratear a la gente». Lo que no desvela Brown, a pesar de las preguntas, es si prepara una obra ambientada en España. «Quizá», dice, dejando, así, la respuesta envuelta en el misterio.
¿Robert Langdon en España?
Dan Brown no lo ha negado. Quizá un día ambiente una novela de Robert Langdon en España. «Es un país perfecto», aseguró ayer. De momento, el escritor ha reconocido que visitará el Museo del Prado y que tiene especial interés en «El jardín de las delicias», de El Bosco (en la imagen, un detalle de la obra). «Es una obra muy atractiva por su simbología y muy oscura», comenta con fascinación. «El Código del Prado», dice después mientras ríe. Otra de las claves la insinuó con habilidad. «En Florencia me van a entregar las llaves de la ciudad. Espero que un día reciba las de Madrid. A lo mejor esto es una pista o no». El escritor estudió arte durante dos años en Sevilla. Y estuvo otro curso en Gijón. Entiende español perfectamente y lo habla bien, aunque prefiera el inglés, a lo mejor, por timidez.Durante este tiempo visitará también el Reina Sofía y volverá a ver a Dalí, que le fascina –quizá por su universo simbolista y porque quedó fascinado por «Un perro andaluz»–. Sólo habrá que esperar a su próximo libro para saber si Langdon visitará Madrid. De momento, lo ha hecho Dan Brown.

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