El perdedor morfinómano
La narrativa americana tiene en Nelson Algren a uno de sus escritores más destacados a pesar de que en español sólo se han publicado un par de novelas: «El hombre del brazo de oro» y «Un paseo por el lado salvaje». En ambas, Algren examina de diferente manera una figura bastante afín a la literatura de ese país: el perdedor, el hombre que se encuentra en la gran ciudad y que, para ganarse la vida, debe sortear toda clase de obstáculos, enfrentarse a la miseria, al chantaje, y convivir con otros perdedores que, también como él, buscarán hacerse un hueco en la soledad de la urbe. En «El hombre del brazo de oro» el perdedor se llama Frankie Machine y es conocido, en el barrio polaco del Chicago de finales de la década de los cuarenta donde se mueve, por el apodo que da título a la novela. Frankie ha participado en la Segunda Guerra Mundial y, desde que recibió un disparo de metralla y pasó unos días hospitalizado, le ha quedado un vicio difícil de quitar: una adicción creciente a la morfina.
El capo del juego
Ha estado un tiempo en un centro de desintoxicación y ha vuelto limpio al barrio y con ganas de empezar una nueva vida como músico. Pero mientras espera que Gene Krupa lo llame de un momento a otro para incorporarse a su orquesta, el entorno al que Frankie ha retornado lo vuelve a convertir en lo que antes había sido: en un hombre que debe cuidar de Sophie, su mujer, que está inválida en una silla de ruedas debido a un accidente de coche; es un adicto en recuperación que debe evitar la tentación incitada por Fomorowski, su camello; y es «el hombre del brazo de oro», el croupier del capo del juego clandestino, «Zero» Schwiefka, que lo utiliza para llenarse de dinero a costa suya.
Publicada originalmente en 1949 y galardonada por el National Book Award al año siguiente, fue elogiada en su momento por autores como Ernest Hemingway, tan amante de la vida dura en los bajos fondos, y por directores de cine como Otto Preminger, que la llevó a la gran pantalla con Frank Sinatra haciendo el papel de Frankie.