Este no es un libro sobre mayo del 68

Para decirlo de una manera rápida y para que no haya malentendidos: esta novela no es una novela sobre el Mayo francés, aunque, sin el Mayo francés, esta novela, quizá, no podría haberse escrito jamás. Porque más que recrear los días convulsos que se vivieron en las calles de París hace cincuenta años, lo que hace Pauline Dreyfus en «El banquete de las barricadas» es otra cosa: situar una trama dentro de un mismo espacio de tiempo y lugar mientras, ahí fuera, la imaginación busca el poder y transcurre el Mayo francés.

La autora, en esta entretenida y ágil novela, condensa toda la acción el 22 de mayo de 1968, un día en el que la ciudad, debido al calor de los acontencimientos que se venían produciendo desde hace unos meses, se encuentra colapsada: está convocada una huelga general, hay barricadas en cada esquina, y en cada rincón de París se percibe el miedo, la incertidumbre, pero también la ilusión: Francia entera está absolutamente conmocionada por los hechos, más allá de que la gente (especialmente los obreros y los estudiantes) tiene la convicción de que otro mundo todavía es posible.

También tienen la misma convicción los trabajadores del Meurice, un lujoso hotel situado en la elegante rue de Rivoli (durante la ocupación nazi fue un cuartel general alemán) y donde transcurre el libro. Los empleados, no obstante, no se han adherido a la huelga general y han optado, en cambio, por una medida de fuerza diferente: la autogestión. Por eso opta por prescindir del director del hotel y se han propuesto seguir adelante con las actividades de cada día, aunque ese día no es uno cualquiera, pues en el Meurice se celebrará una gala por la entrega del premio literario Roger-Nimier que acaban de concederle a un entonces desconocido Patrick Modiano por una novela llamada «El lugar de la estrella». Así, en esta mezcla de ficción y realidad sostenida por un hecho histórico, Pauline Dreyfus presenta un elenco de personajes «reales» y ficticios, entre los que se encuentran Paul Morand, que es jurado del citado premio literario y sobre quien todavía pesa el hecho de haber sido un colaboracionista; la mecenas americana Florence Gould, que reparte billetes de cincuenta francos con la efigie de Racine; Salvador Dalí, que es uno de los huéspedes del hotel junto con el multimillonario J. Paul Getty, y unos cuantos personajes que forman la escenografía cotidiana del establecimiento y que son los que llevan adelante la narración: el barman, el maître, la encargada del guardarropa, el conserje, los botones y los cocineros.

El resultado es una obra amena y original, muy bien escrita, que en ningún momento tiende hacia al tedio. Y es que Pauline Dreyfus, con una galería de personajes reales o ficticios, pero atractivamente bien delineados, ofrece una mirada diferente, entre cómica y satírica, pero no sobre el Mayo francés, sino sobre la influencia que aquellos días tuvieron sobre la gente de París, ya fuera en medio de la calle o en el corazón de un hotel de cinco estrellas.

Pauline Dreyfus nació en 1969. Es periodista. Ha escrito un conjunto de ocho nouvelles sobre la experiencia de ser padres

leer una novela amena y agradable, perfectamente ejecutada y que transcurre en un contexto histórico de enorme complejidad

Ninguno llamativo o que llame la atención

La gracia con la que escribe la autora. Un estilo elocuente, con tonos de humor, y que presta atención a los detalles, por más absurdos que puedan resultar

9