La Europa del terror, desde dentro

«Mantenerse con vida es simple y natural; no requiere de ninguna decisión», relata quien tantas veces la escoró bajo dos estrellas crueles: el nazismo y el estalinismo. De su experiencia nació este libro de memorias en 1973 para evidenciar los dos totalitarismos más brutales del siglo XX, que se lee como una novela distópica, narrada con mirada sin resabio. Durante los veintisiete años que abarca el libro, la autora no pasó un solo día sin que en su vida no hubiera sufrimiento: en el gueto polaco de Lódz , en los campos de exterminio –Auschwitz entre ellos–, donde sus padres fueron gaseados, en el transcurso de su escapada hacia Bergen-Belsen, en el escondite de la Praga ocupada, bajo el yugo stalinista... Evidencia cómo nada se concentra en un campo de concentración a excepción de la muerte y cómo nada fue purgado por los demagogos estalinistas salvo la libertad y la vida. Después de sobrevivir al Holocausto consiguió reunirse con su novio, Rudolf Margolius, casarse y tener un hijo. En el 52, su esposo se convirtió en secretario de Estado de Comercio Exterior del Gobierno comunista checoslovaco... Aquella proximidad a las altas esferas le permite incluir en estas memorias una rara combinación de escenas domésticas trufadas de observaciones agudas acerca del poder durante la llamada Guerra Fría.... Pero los vientos no podían soplar a favor: en una de las primeras purgas, Margolius fue condenado a muerte acusado de alta traición; su viuda e hijo repudiados por el «establishment». Si hubiera que resumir en trescientas páginas las tragedias políticas del pasado siglo, ningún libro sería más ilustrativo que éste.