La vida secreta de Vivian Maier

Hay algo umbraliano en esto de abordar una figura sin las tradicionales ataduras biográficas, desligándose de los jalones dickensianos del nació, creció y murió, y ofrecer una semblanza pura, desnuda, asumida, destilada hasta su esencia. Berta Vias toma esa senda y prescinde de la tediosa rutina del dato protocolario y documental, de la aburrida confirmación del hecho vital para adentrarse en el alma de la fotógrafa Vivian Maier a través de un cuidadoso retrato novelado, de un diálogo tú a tú con la protagonista. Un texto reflexivo, que intenta dar respuesta a los enigmas que envuelven a esta mujer: ¿Quién fue en realidad? ¿Por qué nunca quiso enseñar sus fotografías? ¿Por qué conservó toda esa cantidad de negativos sin revelar? ¿Por qué eligió una vida apartada?

Pensar en Vivian Maier, esta Bartleby de la instantánea, que exploraba el terreno del «selfie» mucho antes del «selfie», es, en cierta manera, también meditar sobre algunos conceptos vigentes, de clara modernidad, como la idea del anomimato –algo oportuno en nuestras sociedades actuales, que anima a sus individuos a someterse a una perpetua exposición pública–, la conveniencia de recluirse en el claustro de lo privado, quizá para mantenerse alejado de convencionalismos empobrecedores, como las modas pasajeras, y desarrollar un arte original, de fuerte impronta propia, o, por mencionar otros temas que asoman en estas páginas, los estragos que conlleva la fama y la relación entre arte y crítico. Todo ese mundo que la escritora denomina «la charca» y sobre el que se muestra muy crítica.

Berta Vias, en una narración cuidadosa, hecha para leerse sin premuras, recorre los sucesivos y complejos meandros de esta creadora que renunció a una carrera como fotoreportera y tomó la determinación de convertirse en una fotógrafa discreta, encubierta tras ese oficio común de niñera con el que se ganaba el sueldo, mientras paseaba por Nueva York, Chicago, con una Rollei colgada del cuello o guardada en un bolsillo del abrigo.

Berta Vias nos guía a través de sucesivos «clics» de Vivian Maier, explicando qué la anima a abrir y cerrar el obturador, mientras recurre a la ficción como vehículo o asidero para desarrollar las mejores situaciones para plantear las cuestiones que ayuden a entender los factores que modelaron su carácter y la empujaron a tomar sus decisiones. Un esfuerzo de comprensión dirigido a arrojar luz sobre Vivian Maier y revelar el negativo de su imagen.