Un Esopo moderno
Chema Garrido nos describe en uno de los relatos de este libro, «Los buitres», cómo una pareja que está pasando sus vacaciones en una casa rural empieza por alimentar a unos buitres, hasta que la historia se convierte en una metáfora de la autodestrucción. El lector irá entrando al interesante mundo narrativo de Chema Garrido a través de relatos sólidos, cargados de humor negro, como «La metamorfosis de Evaristo Luque», donde un católico ferviente, trabajador infatigable de la secretaría del Arzobispado de Sevilla, se convierte de repente, al modo de Samsa de Kafka, en un cocodrilo, y sus peripecias tragicómicas. Hasta alcanzar textos de crueldad inusitada y realmente bien escritos, como el relato de temática sadomasoquista «Calor, silencio», donde mediante el monólogo de una sumisa que se entrega a su amo en escenas un poco terribles, nos acerca al corazón de la oscuridad humana. (Este relato, así como otros de este libro, se pueden localizar también en la red).
Chema Garrido usa en este conjunto de historias el trasfondo de una serie de animales, como un Esopo moderno, para introducirnos en la condición humana más reptiliana, como diría Freud. Así, en «Canción de una mosca enamorada», el protagonista se verá a sí mismo como una que se encuentra atrapada en una relación amorosa y manipuladora. En «El juego de mi primo» volverá a usar el símbolo de los cocodrilos. O en «La casa del tío Lucas». La enigmática figura de una anaconda vigilante de una casa cerrada por vacaciones de su dueño, capaz de profetizar tsunamis.