Premios

Los «Max» se desnudan ante José Guirao

«La desnudez», de Daniel Abreu, se lleva tres «manzanas» en una noche en la que los premios de las artes escénicas volvieron a contar con la presencia de un ministro de Cultura

El bailarín y coreógrafo Daniel Abreu tras recibir el premio al «Mejor Intérprete Masculino de Danza» / Efe
El bailarín y coreógrafo Daniel Abreu tras recibir el premio al «Mejor Intérprete Masculino de Danza» / Efelarazon

«La desnudez», de Daniel Abreu, se lleva tres «manzanas» en una noche en la que los premios de las artes escénicas volvieron a contar con la presencia de un ministro de Cultura.

Ni los más viejos del lugar recordaban la última vez que un ministro de Cultura se dejó caer por estos lares, por la gala de los Premios Max de las Artes Escénicas. Pero aquí que estuvo él, José Guirao, para, estrenando cargo de forma pública, cambiar la dinámica y “reconocer el trabajo del sector y ayudar de forma simbólica a los artistas, que son los protagonistas, reconoció a su llegada al Cartuja Center CITE de Sevilla. También hablaría del “cercano” entendimiento entre las partes en la frenada fusión del Real con la Zarzuela y del otro frente abierto en la SGAE (responsable de los galardones), que también “espero”, dijo, que se zanje, pero lo que importaba anoche era la escena. Siendo conscientes de que “su apoyo [el del ministro] nos viene gloria bendita”, confesaba Cristina Medina -presentadora de la gala-, y pese a que es el propio mundo de la escena el primero que se empeña en no poner en valía unos premios en los que, aun teniendo caras conocidas, cuesta encontrar nombres de peso si no están nominados o entregan alguna de las “manzanas”.

La primera de la noche, Premio Max del Público, para la compañía Bullanga, por “Joc de xiquetes”. Luego llegarían los nombres de “Kiti Kraft”, “Fairfly”, Danza Mobile... Daniel Abreu (“La desnudez”) y Eva Yerbabuena (“Apariencias”), como Mejores Intérpretes de Danza; y Nacho Sánchez (“Iván y los perros”) y Pilar Gómez (“Emilia”), que copó la anécdota de la noche al caerse durante la celebración, sin más consecuencias que el resbalón.

Discursos que se debatían entre los agradecimientos y las reivindicaciones. Julio Manrique, Mejor Dirección de Escena por “L’Ánec salvatge"quiso abogar por la libertad de expresión y “de los presos políticos”, en consonancia con algunos lazos amarillos que se dejaron ver por la gala sevillana.

Por otro lado, José Miguel Fernández Sastrón, presidente de la SGAE, también quiso mostrar sus inquietudes: “Pedir compromiso con el derecho de autoría y dar más visibilidad a la mujer porque la creación debe enriquecerse con ese punto de vista”.

Además de agradecer a TVE su apoyo por retransmitir la cita en La 2 -con dos horas de desfase-, “¿pero cuándo la pasamos a La 1 como los Goya?”, dejó de recado.

Los nombres continuaron: María Araujo, Lola Barroso, “Tic-tac”, “Meeting point”... Hasta llegar de nuevo a “La desnudez” como Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Coreografía, primero en repetir en toda la noche con sus 3 subidas al escenario. Cerca, con dos, se quedarían “Solitudes”, Mejor Espectáculo de Teatro y Mejor Composición Musical (Luis Miguel Cobo), y “Fairfly”, el segundo de los galardones para un Joan Yago (Autoría Revelación) que quiso “celebrar la entrada en prisión de Iñaki Urdangarin”. Cómo cirre, Ángel Soto y Adolfo Fernández, Mejor Adaptación por “En la orilla”, de Chirbes; y Borja Ortiz de Gondra, premiado por su Autoría en “Los Gondra (una historia vasca)”. El año que viene más (esperemos que con más apoyo del propio teatro).

Sanchis Sinisterra, un enamorado de la palabra

Se sabía y no por ello era poco esperado el Max de Honor a Sanchis Sinisterra. El dramaturgo se quiso acordar de sus “maestros” Beckett, Brecht, Kafka, Cortázar y Pinter en este “camino estimulante” en el que reivindicó “el teatro de texto y el amor a la palabra”