Los Teatros del Canal empezarán la temporada sin director
La nueva consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, no quiso desvelar en la presentación del ciclo de danza “Abierto en Canal” quién será el encargado de llevar las riendas de la institución
La política cultural del nuevo equipo de gobierno y el nuevo rumbo que imprimirá en el principal centro de artes escénicas dependiente de la Comunidad de Madrid acaparó la atención en la presentación del ciclo de danza "Abierto en Canal"
En su primera comparecencia ante los medios de comunicación ejerciendo ya “de iure” como nueva consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid, Marta Rivera de la Cruz no quiso desvelar en la presentación del ciclo de danza “Abierto en Canal” quién será el encargado de llevar las riendas de los Teatros del Canal en esta nueva etapa que ahora comienza.
“Estoy recién aterrizada aquí –afirmaba la escritora y política de Ciudadanos-. Aún tenemos que ver muchas cosas antes de tomar una decisión. Hay que estudiar proyectos, ideas, hablar con mucha gente de dentro y fuera de esta casa... Sí puedo asegurar que elegir un director artístico para este centro es una de mis tres prioridades más inmediatas en la Consejería, pero no queremos precipitarnos. Estamos trabajando sin ponernos un plazo, pero sin pausa”.
Aunque la presentación de la 3ª edición de “Abierto en Canal” tenía suficiente enjundia por sí misma para justificar la nutrida asistencia de periodistas al acto –Paula Quintana, Lucía Marote o Eduardo Guerrero son algunos de los creadores que podrán mostrar sus respectivos proyectos, desarrollados al amparo de una residencia artística en el Centro Danza Canal–, lo cierto es que esta vez el arte, inevitablemente, tuvo menos interés para los asistentes que la política cultural del nuevo equipo de gobierno y el nuevo rumbo que imprimirá en el principal centro de artes escénicas dependiente de la Comunidad de Madrid. No fue posible, pues, que se hablase, como quería Rivera de la Cruz, “solo de danza”.
Desde que la anterior directora, Natalia Álvarez Simó, cesara en sus funciones el día 20 de agosto, se habían difundido rumores de toda índole relacionados con su relevo. “No hay ninguna decisión tomada al respecto; y quien diga lo contrario está mintiendo”, quiso zanjar la nueva consejera al respecto. Precisamente, algunos de esos rumores tenían que ver con la naturaleza de ese cese: ¿se trataba de un despido impulsado por el nuevo equipo o era una consecuencia inexorable en virtud del tipo de contrato que tenía Simó con la administración? Rivera de la Cruz fue muy clara al respecto: “Ella tenía un contrato de asesoría ligado al consejero anterior (Jaime de los Santos). En el momento en que cesa el consejero, ella cesa inmediatamente por el tipo de contrato. Vamos, que yo no he firmado ese cese”.
En los últimos días, una plataforma denominada “Colectivo Canal”, que mantiene a sus principales impulsores en el anonimato, ha recogido más de mil firmas de profesionales del sector y de espectadores que reclaman una “continuidad del proyecto y el equipo” que lideraba Simó desde julio de 2016 (en un primer momento asumió una dirección colegiada con Àlex Rigola y poco después, tras la dimisión de este un año más tarde como protesta por las cargas policiales del 1-O, se colocó al frente del Canal en solitario).
No obstante, otras voces reclaman también, desde hace tiempo, una vuelta a un teatro menos elitista; menos dedicado a los propios profesionales del teatro y más abierto a los intereses y gustos del público en general, quizá en la línea que marcó Albert Boadella en su etapa al frente de esta institución. En este sentido, Rivera de la Cruz se volvió a mostrar muy tajante: “No queremos elegir entre un camino artístico u otro; queremos sentirnos igual de orgullosos de los espectáculos que aquí se están presentando hoy como de otros que nada tengan que ver con estos”.
Y, claro, uno se pregunta si esta particular “no elección” no está comportando ya una determinada opción, que es la de dar cabida a más estilos, tendencias y géneros; es decir, volver al espíritu de Boadella.