Los versos al límite de María Alcantarilla

Poderosa, singular y con el asombro infantil intacto, la escritora María Alcantarilla (Sevilla, 1983) presenta su nuevo poemario "Introducción al límite"de la editorial Vandalia, en donde ahonda en las costuras incómodas que tejen la propia naturaleza humana. Se trata de un tipo de poesía "muy reflexiva, seca y conceptual"que posee un "potente y personal ritmo"en palabras del editor y crítico literario Ignacio Garmendia. Un discurso único en el que conviven paralelamente múltiples voces y en donde la contraposición de sentimientos y experiencias de la propia autora se abren paso a lo largo de cuatro partes para, finalmente, llegar al inconmensurable pozo del dolor. Pero no a un dolor entendido como el estado lastimero y afligido de la tristeza, sino como la estación de paso que consigue dar sentido al trayecto que supone esta lectura. "Normalmente relacionamos el dolor con experiencias realmente gravosas, pero yo he pretendido con estas palabras expresar el dolor como un canal que vertebre las cuatro partes de este libro, el dolor como silencio, el dolor como ausencia, el dolor como palabra", aseguraba la escritora. María Alcantarilla además vuelve a hacer uso, como viene siendo habitual en su obra, del masculino neutro. Un tema que tiene que ver con la identidad del lenguaje y con la necesidad de universalizar las emociones sin tener que clasificarlas; "La voz masculina no es exclusiva de "Introducción al límite". Vengo trabajando naturalmente con un masculino neutro desde que empecé a escribir hace ya algunos años. Alguien me dijo en su momento que mis primeros textos se nutrían mucho de la tradición mística de autoras como Sor Juana Inés de la Cruz, de modo que adoptar este estilo como parte de mi lenguaje es una decisión que he tomado para intentar abarcar a la humanidad en la medida en que esto sea posible y hacerlo sin grandilocuencia. Hablamos de género humano, no de género masculino o femenino", insiste. Como consecuencia directa de su condición de fotógrafa y artista visual, la autora intenta establecer en todos sus trabajos una vinculación directa entre la palabra y la imagen, entendiendo estos dos elementos como la sustancia necesaria para ordenarnos: "La poesía antes que nada es imagen. Un desvelamiento absoluto de la personalidad. Y la clave es poder transcribirla. Transformarla en palabras". Después de ganar en 2017 el Premio de Poesía Hermanos Argensola por la "Edad de la ignorancia", un poemario sobre el cuestionamiento de la propia identidad, la artista multidisciplinar se mete de cabeza en el mundo socavado y reflexivo de "Introducción al límite"con el fin de no encontrar respuestas de manera adoctrinante sino hacer preguntas y conseguir que el lector también se permita el lujo de hacérselas.