Benidorm, en la gloria pop

El Festival Low Cost echa el cierre de su edición más exitosa después de tres días sin tregua y una organización a la altura de las expectativas

El Festival Low Cost echó el cierre por todo lo alto. Quedaba una nutrida representación de "lowers"dando saltos en el escenario ante la descacharrada sesión de Buffetlibre cuando se bajó la persiana del festival, y tenía mérito, después de tres días sin parar de bailar, en una edición que ha dejado sin aliento a más de 20.000 personas cada día. Ni un solo rato de tregua hubo en la jornada del domingo en la que empezaron con brillo L.A, hicieron el trabajo sucio Love of Lesbian, y Fangoria puso la guinda. Todos grupos españoles, todos bien diferentes, y todos buenos.

Love of Lesbian venció por aclamación. Santi Balmes es un showman por gancho, con un carisma de victoria por K.O. y ayer utilizó todas las sucias artes por el espectáculo. Se acordó de las víctimas del tren de Santiago (los catalanes tenían que haber estado tocando allí durante las fiestas), pidió al público que olvidase sus problemas, y se confesó "acojonado"por si no quedaba nadie el domingo para verles. Se colocó diademas y sombreros, convirtió sus temas en versiones de "españoladas"(del estilo de "Como yo te amo"o "Mamá cómprame unas botas") que derritieron a la audiencia en Benidorm, y se lanzó al monólogo como si su concierto fuera "El club de la comedia". Por supuesto que se quitó la camiseta, pero esto, Santi, ya no es noticia. Sí lo fue que se la quitara Joan Ramon, el bajista, y al que Balmes definió como el "adonis de los donuts". Abrieron la sesión con el repertorio de su último doble disco "La noche eterna / Los días no vividos", en un ambiente íntimo y a medio gas. "Los seres únicos", "Si tú me dices Ben, yo digo Affleck", o "Nadie por las calles"tienen ese aire de ensueño en el que relucen los textos de Balmes y con los que la banda se luce tocando más que con los himnos clásicos de la banda, que, por supuesto, también interpretaron porque todo el mundo esperaba "Club de fans de John Boy", y ese "Fantástico"que a golpe de anuncio cervecero se ha vuelto otro himno inesperado. Por sus canciones, desde luego, y por su carácter, el suyo fue uno de los conciertos de este festival, porque, aunque se les haya visto muchas veces, son de los que vale la pena repetir.

Y otro valor seguro es "Perlas ensangrentadas", el tema con el que Fangoria abrieron su sesión "encantados de estar en Benidorm". Con una base tecno necesaria para subir el pulso, Alaska y Nacho Canut se presentaron arropados por su habitual cuerpo de baile, a los que entregaron todo el protagonismo en alguna fase en la que su concierto se convirtió en un espectáculo de variedades que tanto les gustan. Por supuesto que "Bailando", "Absolutamente"y "Dramas y comedias", tema este último de su último disco (un cuádruple EP con cuatro productores) se fueron alternando con cambios de vestuario y coreografías, y todo estaba en bandeja para la sorpresa final: las Nancys Rubias salieron a interpretar su versión de "I Love it", de Icona Pop, que en castellano ha quedado como un "Me encanta", y que Mario vaquerizo cantó sin playback para el delirio general.

L.A compitió con Glasvegas a primera hora de la tarde con su "Dualize"bajo el brazo, y Luis Albert segura dejó el pabellón nacional bien alto. Los escoceses apenas dieron algunas muestras del que será su nuevo disco "Later... When The TV Turns To Static", que saldrá en septiembre. Y eso que ninguno tenía delante un plato de buen guso, porque un poco más tarde de las nueve de la noche las cinturas oxidadas acababan de encender la maquinaria. Las sesiones de Simian Mobile Disco y, en especial la final con Buffetlibre, mantuvieron la fiesta mientras el sol amenazaba son salir por entre los rascacielos de la Manhattan del Mediterráneo. Si lo conseguido en esta edición se trata con cariño y se mantienen los principios que han llevado al Low Cost a este punto, el festival durará muchos amaneceres más.