Blur hechiza al Primavera
El concierto más esperado no defraudó, con éxitos como «Girls & Boys»
El Primavera Sound ha batido el récord de su historia en participación, alcanzando una cifra de 170.000 asistentes
El Primavera Sound fue, la noche del viernes, un gran hervidero. Era su día grande. Mucha gente, mucha excitación, muchas ansias de divertirse y muchas ganas de ver a Blur. Ni el frío que congeló a los asistentes del festival consiguió relajar sus pulsaciones. Todo era sangre y pasión y cuando salieron los ingleses y dejaron sonar los primeros acordes de «Girls & Boys», la multitud liberó la tensión, las expectativas por reencontrarse con los mitos del Brit Pop, y dejó escapar un grito de entusiasmo. Damon Albarn y compañía protagonizaron un arranque atronador. En el segundo corte, «Popscene», su guitarrista, Graham Coxon, ya estaba por los suelos. Prometía ser una hora de locura. Entonces llegó «There's No Other Way», su primer «hit», y ya podían hacer cualquier cosa, tenían a la gente a sus pies.
Adolescencia sublimada
Ése fue el problema, con el público rendido bajaron las revoluciones y prefirieron tirar por el lado de banda para adultos, con canciones de gran belleza, pero alejadas de la fiesta que todos deseaban. Con «Beetlebum», aún se acercaron al Blur que todos querían, pero canciones como «Trimm Trab» o «Caramel» descolocaron al personal. Eso sí, Damon Albarn no es tonto y sabía que con otro «hitazo» a todo el mundo se le pasarían las dudas. Con «Country House» y «Parklife» volvió su esplendor y la gente tuvo lo que deseaba, las canciones de su adolescencia sublimadas hacia el futuro.
Pasearse a aquellas horas por el recinto del Fórum era como atravesar una ciudad fantasma. Ni rastro de vida humana. A veces, sí, dos personas se cruzaban, pero se miraban desconfiados, no fuera a ser algo sobrenatural y maligno. El resto de los 50.000 asistentes estaban con Blur y lo estarían hasta el final. Después de una hora de máxima intensidad, la banda hizo el amago de irse. Nadie se movió. Faltaba algo y todo el mundo lo sabía. Lo más fácil es dar a los demás lo que quieren, lo más difícil es hacerles que quieran otras cosas. A estas alturas todos estaban encantados con Blur y sus paréntesis trascendentales y poses de grandes músicos, y si no concedían un poco de espacio a los gustos de los demás, podía irse todo al garete. Y entonces sucedió, primero «The Universal» y después «Song 2». Habían cerrado el círculo de manera brillante, dejando un regusto exquisito, de un tiempo pasado que es una delicia recuperar de vez en cuando.
Hermanísimas y otras ansiedades
La noche del viernes tuvo otros encantos, como el reencuentro de los mejores Jesús & Mary Chain, que hicieron olvidar su triste pase por la ciudad en 2007. Otros iconos de los 90, The Breeders, sonaron algo ansiosas. Canciones como «Cannonball» o «My divine Hammer» se acababan de golpe, sin sensación de continuidad. Eso sí, tuvo grandes momentos como su mítica versión de «Happiness Is a Warm Gun», de los Beatles. La hermanísima de Beyoncé, Solange, ha logrado congregar a una gran audiencia en el pequeño escenario Pitchfork. La curiosidad era máxima. No tiene la fuerza escénica de su hermana, ni baila ni presume de efectos escénicos, pero tiene una bonita voz, clase, un gusto por las canciones y motivos de Prince, y gran sinceridad. No es una estrella, es una cantante, y eso está bien. Otro de los triunfadores fue James Blake, cuya sugestivo soul futurista convirtió el Fórum en un escenario de «Blade Runner». Belleza, disquisiciones metafísicas y algo de lamento trascendental para demostrar que jugar con las emociones es el más alto entretenimiento.
El festival bate su récord con 170.000 asistentes
Más de 170.000 personas llenaron los cuatro días del Fórum, batiendo la cifra del año pasado. La jornada gratuita del miércoles, protagonizada por Delorean, congregó a 15.000 personas, otro récord en sí mismo (en la imagen, el escenario durante un concierto). Para el año que viene, se anunció que se volverá a las fechas del último fin de semana de mayo. «Hemos notado frío», dijo Alberto Guijarro, codirector del festival, quien anunció nuevas sorpresas para la próxima cita. En esta edición, por ejemplo, Wedding Present tocó, sin anunciarse, antes de Blur.