Bowie se baja del escenario
A sus 68 años, el «Gran Duque Blanco» no abandona la música, pero deja a sus fans huérfanos de unas giras que en los años 80, de manos de su rompedora estética y su presencia en el escenario, llegaron a su máximo esplendor
Toda una generación no sabrá lo que es, lo que fue, David Bowie sobre un escenario. Le quedarán los discos y las filmaciones, por supuesto, pero nadie volverá a ver en carne y hueso sobre las tablas al Gran Duque Blanco, una de las mayores personalidades de la historia de la música pop y, por supuesto, una de las presencias más apabullantes en directo. John Giddins, miembro de su oficina de representación, confirmó a la revista «News Week» que Bowie no volverá a actuar. «Es uno de los mejores artistas con los que he trabajado. Pero cada vez que lo veo ahora, incluso antes de que hable con él, me dice que no va a ofrecer conciertos, y yo le digo que no se lo pregunto», afirmó. «Ha decidido retirarse y, al igual que Phil Collins, no puedes pedir a esta gente que salga una y otra vez. Estoy encantado y orgulloso de que la última vez que actuó en el Reino Unido fuera en 2004 en la Isla de Wight», informa Ep.
En realidad, fue la certificación de un hecho presumido hace tiempo. Bowie ya no siente la necesidad de girar. Su ego no lo necesita. Tampoco su cuenta corriente ni su capacidad para crear. Le siguen bastando las canciones, los discos y, si acaso, rodar unos cuantos vídeos. Es lo que sucedió en marzo de 2013, con «The Next Day», su último álbum con material original hasta la fecha. Aquel disco fue todo un acontecimiento. Cuando se anunció la publicación del álbum, en enero de ese mismo año, todos se quedaron perplejos. Nadie lo esperaba. Ni siquiera existían rumores de que hubiera entrado en el estudio. No sólo eso, sino que Bowie facturó un álbum soberbio, a la altura de su leyenda. La industria y los promotores se frotaron las manos con solo contemplar la idea de que Bowie volviera a dar conciertos, aunque sólo fuera unos pocos. El signo del dólar aparecía en las pupilas de los empresarios. Pero pronto se derrumbaron sus ilusiones. «El señor Bowie no dará conciertos», anunció su oficina. Y el globo se desinfló. Como ahora, por más que alguno todavía tuviera la vana ilusión de volver a ver al Duque sobre un escenario.
- Sólo en estudio
El mito permanecerá recluido en sus cuarteles de invierno y, si acaso, bajará de la montaña para meterse en un estudio de grabación para registrar nuevas ideas, nuevas canciones que todavía le quedan. Como ocurrió recientemente con «The Last Panthers», un tema que aparecerá en la serie de televisión del mismo título, si bien se trata del rescate de una canción ya terminada hace unos años pero nunca editada. Es una verdadera lástima no volver a ver a Bowie sobre un escenario. Él es un gigante del pop, un artista mayor, y parte de su fama se la ganó con su imponente presencia escénica. De hecho, hubo un tiempo en sus inicios en el que no vendía discos. Su fama inicial se la labró actuando en directo y dando conciertos colosales en clubes para ir ganando mayores audiencias con el paso de los años. Así, hasta llegar a la década de los 80, en la que, convertido ya en todo un icono de la música, era capaz de llenar grandes estadios sin el menor esfuerzo.
Bowie se mantuvo activo en la carretera hasta 2004. «Reality» fue el último disco que le llevó de gira y más de siete millones de espectadores asistieron a sus espectaculares shows de aquel tour. Todo se complicó en la segunda parte de la gira, cuando durante un concierto en Alemania sintió un dolor en el pecho. Fue operado de urgencia en Hamburgo debido a una angioplastia, algo que decididamente no era un asunto menor. Bowie decidió que aquel era el final de su carrera como artista en directo. Adiós a la aclamación de las multitudes, la excitación de los ensayos previos a las giras, la selección de las canciones, el baño de ego que proporciona la masa, el desarrollo de una parte importante del talento creativo de un artista... Adiós a las giras. Por el camino, su discográfica fue editando álbumes en directo de antiguos tours, una especie de metadona para calmar el síndrome de abstinencia de los fans. Ahora ya sólo queda esperar que Bowie no renuncie a su capacidad de crear, soñar con la posibilidad de que pueda seguir arrojando diamantes por el camino en forma de nuevas canciones. Es lo que le queda a toda una generación que ya nunca verá a un gigante de los escenarios.
Directos básicos
- «Ziggy Stardust and the Spiders from Mars» (1983): La película recoge un memorable concierto de diez años atrás grabado en Londres, en pleno apogeo de una de sus épocas más legendarias.
- «David Live» (1974): Primer disco oficial de Bowie en directo. Ilustra la transición del glam-rock al llamado plastic-soul. Es el Bowie sofisticado casi hasta la paranoia. No recoge las tensiones de la gira.
- «VH1 Storytellers» (2009): Muestra una actuación para televisiónde diez años atrás coincidiendo con la promoción de su aclamado álbum «Hours». El Bowie más pop y sofisticado.
- «A Reality Tour» (2010): Recoge canciones de su última gira (2003-04). Supone un gran repaso a toda su carrera con títulos como como «All the Young Dudes» y «Rebel Rebel».