Domingo, heroico en Pekín
La expectación era enorme para ver a Plácido Domingo en su primera representación operística completa en China.
«Nabucco»
De Verdi. Con Plácido Domingo / Vladimir Stoyanov, Sun Xiu Wei/Anna Pirozzi, Liang Li/Kristinn Sigmundsson, Jin Zhengjian/Luciano Ganci, Yang Guang/Hao Junhua. Director musical: Eugene Kohn. Director de escena: Gilbert Deflo. National Center for the Performing Arts (NCPA) Pekín. 22 y 23-V-2013.
La expectación era enorme para ver a Plácido Domingo en su primera representación operística completa en China. La elección de «Nabucco», el nuevo personaje que acababa de presentar en abril en el Covent Garden de Londres, fue un acierto, ya que Domingo ofreció un «Nabucco» heroico y atormentado, como requiere este popular título verdiano. Una interpretación actoral, como siempre, con un derroche de temperamento junto a una destacada línea canora y excelente calidad de emisión que le permite seguir ampliando un nuevo repertorio por todo el mundo y que fue aclamado por el público pekinés. Cambiando la práctica habitual del NCPA, Domingo estuvo acompañado en el estreno por un reparto de cantantes chinos que se esmeraron para estar a la altura de las circunstancias, empezando por la impactante Abigaille de Sun Xiuwei, a pesar de agudo algo gritado, un autoritario y musical Zaccaria de Liang Li y una expresiva y elegante Fenena de Yang Guang. El Ismaele de Jin Zhengjian presentó un timbre adecuado e incisivo pero una línea canora algo discreta. El resto del reparto, algo justo.
La dirección musical, discutible
El segundo «cast», mayoritariamente internacional, obtuvo un resultado más conjuntado. Destacó el debut de Vladimir Stoyanov como un muy completo y elegante Nabucco, que cerró el último acto con enormes aplausos, quizá algo justo frente a Domingo en cuanto a presencia escénica pero muy bien cantado. La Abigaille de Ann Pirozzi destacó por su línea canora y una excelente proyección de la voz, de solventes e incisivos agudos y destacados graves. El Zaccaria de Kristinn Sigmundsson obtuvo un adecuado resultado con una voz amplia y rotunda a pesar de una emisión en alguna ocasión algo irregular. Muy adecuado, el expresivo Ismaele de Luciano Ganci y algo justa la musical Fenena de Hao Junhua. Muy interesante la imponente producción de Gilbert Deflo, que se adecuó perfectamente a los siete cuadros de esta obra sorprendiendo con numerosas estatuas, columnas y alto relieves de gran belleza y plasticidad, que hacían muy comprensible la compleja trama religiosa, gracias a un excelente vestuario y una muy destacada iluminación. La dirección musical de Eugene Khon no estuvo a la altura de este gran espectáculo verdiano, con unos tempos muy discutibles que no permitieron el adecuado lucimiento de los artistas ni de la Orquesta, destacando especialmente la profesional labor del Coro del NCPA.