Emoción, indignación y rebelión
II Fiesta Lírica. Obras de Donizetti, Bizet, Massenet, Bellini, Gounod, Puccini y Verdi. Veintitrés cantantes de habla hispana, acompañados al piano por I. Barredo y M. Huertas. T. de la Zarzuela. Madrid, 12-V-2013.
No fue fácil llegar al Teatro de la Zarzuela, ya que permanecían cortados con vallas todos sus aledaños para proteger el Congreso de los Diputados de las manifestaciones del 15-M. Por el camino, una pancarta, «De la indignación a la rebelión». Quién me iba a decir que ese mismo sentimiento es el que yo experimentaría al acabar la gala benéfica, organizada por Isabel Rey, dedicada al centro de pedagogía curativa y terapia social Asociación San Juan. «Algo bueno he debido de hacer en mi vida cuando tengo tantos amigos que han venido a colaborar». Seguro que sí. Allí estaban otros 23 artistas: las sopranos Ana Ibarra, María José Moreno, Yolanda Auyanet, Lola Casariego, Ruth Rosique y Davinia Rodríguez; las mezzos Nancy Fabiola Herrera y Marifé Nogales; los tenores Jorge de León, Antonio Gandía, Luis Dámaso, Pancho Corujo, el venezolano Aquiles Machado y el mexicano Ricardo Bernal; los barítonos Reinaldo Macías, Juan Jesús Rodríguez, Manuel Lanza y José Julián Frontal, y los bajos Rubén Amoretti, Miguel Ángel Zapater y Miguel Sola y los pianistas Itziar Barredo y Miguel Huertas. Resultó emocionante escuchar a tantos buenos artistas españoles juntos, entusiasmados y dando lo mejor de sí mismos. No es cuestión de resaltar a ninguno de ellos, todos vitoreados tras cada dúo, porque sólo Isabel Rey cantó un aria. Sí de celebrar la muy merecida ovación a Juan Pons que, ya retirado, acudió al acto para cantar el dúo final de «Fuerza del destino». El público sabía que será difícil volverle a oír en el teatro a ese gran barítono y excelente persona.
No lo parece Mortier, sino que indigna su comportamiento. Sólo 14 artistas españoles estarán en la próxima temporada del Real. Para que un español cante en él, ha de pasar por una audición. Tenía posibilidad de escuchar a 23 y no se presentó. Es la muestra del desprecio que siente por todo lo nuestro. ¿Cómo se explica que, con sus teorías sobre la escena, no sólo no contrate a Calixto Bieito, solicitado por todo el mundo, sino que aparque su «Wozzeck» para traer otro? Madrid celebró el Día Europeo de la Ópera con María Bayo en el Real y 23 artistas de habla hispana en la Zarzuela. ¡Qué contrasentido! Los artistas en la gala cumplirían en cualquier teatro del mundo. Cuando se habla con ellos se les ve tristes e indignados por la situación. De la indignación hay que pasar a la rebelión. Algo habrá que hacer.