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Javier Gayoso: «Si un músico recibe poco, que pregunte a su discográfica»

Entrevista al director de Spotify para España. Thom Yorke se quejaba este verano: los músicos ven muy poco dinero de Spotify. La compañía cumple cinco años y contesta.

«Estamos reconvirtiendo a una sociedad que sólo consumía a través de la ''piratería''»
«Estamos reconvirtiendo a una sociedad que sólo consumía a través de la ''piratería''»larazon

En julio, Thom Yorke (líder de Radiohead) y su manager (especialmente éste) cargaban contra Spotify, compañía a la que acusaban de «no pagar a los artistas». Decidieron abandonar la plataforma públicamente, por Twitter. También algunos músicos y responsables de sellos independientes españoles insisten en las críticas a Spotify por la retribución que reciben. Sobre este tema, Javier Gayoso, director para España y Portugal de la compañía, contesta que los «datos son transparentes y las cuentas de Spotify, auditadas». «El dinero sale. El reparto no es cosa nuestra», asegura. La empresa, que aún no ha alcanzado la rentabilidad financiera, cumple cinco años como servicio de «streaming» líder y con la aspiración a «teñir el mapa de verde» y convertirse en el futuro en un gigante de la distribución musical. Precisamente de eso recelan los músicos.

-¿Cuál ha sido la evolución de Spotify España?

-El crecimiento es similar al de otros países, basado en el boca a oreja. Ha funcionado sin campañas de marketing porque el producto es bueno, y desde que se establecen los acuerdos con las discográficas y las sociedades de derechos, en poco tiempo logramos una audiencia importante.

-¿Se ha comportado igual el consumidor español que el francés, por ejemplo?

-No hay tantas diferencias, porque igual que los franceses, tenemos una cultura propia fuerte. Si lo comparas con los países nórdicos puede que sea diferente, también porque las tasas de piratería son infinitamente menores. En el Mediterráneo la piratería es una lacra y la consideramos nuestro principal competidor.

-¿El consumidor español es el menos dispuesto a pagar?

-Evidentemente. La cultura de pago es menor aquí.

-Me refiero a que Spotify ofrece la posibilidad de pagar o escuchar el servicio gratis con publicidad.

-Nosotros no desagregamos los datos a nivel local, sólo los de ámbito internacional, que son 24 millones de usuarios registrados al mes y 6 de ellos son «premium». Así que hay un 25% por ciento «premium», que pagan la cuota de 9,99 euros. Lógicamente, en cada país esa media es más alta o menos alta.

-¿No tienen esos datos para España?

-Sí los tenemos pero no los comunicamos.

-¿Por qué?

-Es una información comercial. Estrategia de la compañía.

-¿Puede dar cifras de cuánto ingresan por abono y cuánto por publicidad?

-A nivel local no lo comunicamos.

-¿E internacional?

-No, tampoco. Pero creemos en el modelo «free» porque somos partidarios de que el usuario conozca el producto. Spotify paga desde el minuto número uno a las discográficas y a las sociedades de gestión. Así que al usuario gratis le paga la escucha de la canción un anunciante, y después está en nuestra mano hacerle una oferta para que se pase a la versión «premium» y se quede el producto completo. El modelo «free» es válido para que la gente conozca el producto.

-¿Y los gustos de los españoles, los desagregan?

-Esa información sí que la podemos dar. Y lo hemos publicado, incluso por ciudades. Tenemos un gran robot detrás que nos dice quién escucha, cuándo lo escucha y cómo lo escucha.

-¿Qué se escucha en España?

-Aquí, como país que tiene cultura propia, hay mucha música local, aunque los temas de Rihanna o David Guetta están en los primeros puestos. Tenemos una serie de artistas nacionales como Pablo Alborán o Melendi que también están muy arriba.

-Hablando de artistas, Thom Yorke retiró sus canciones de Spotify porque le pagaban «una mierda».

-Ya comentamos en su momento aquel caso y no vamos a entrar más. No es la primera vez que algún artista hace unas declaraciones así. Hemos intentado ponernos en contacto con este artista en concreto y cuando haya novedades las comunicaremos.

-Pero no es el único caso. Los músicos españoles también utilizan palabras contundentes y términos muy llamativos de descontento.

-Artistas hay muchos y nos olvidamos de los defensores que tenemos. Suena más una voz disonante que el grueso. Y cuando sale alguno de vez en cuando, pues habría que ver en cada caso por qué o qué problemas existen o qué se puede mejorar. Imagino que estás al tanto de que recientemente hemos sacado un sistema de transparencia total sobre el número de «streams» o reproducciones de cada canción. Tú, como Coldplay, puedes ver cuál es tu canción más escuchada. A ellos les permite saberlo con certeza. Pero me parece que a veces sólo habla el que está disconforme, no los que te apoyan, porque muchos dicen que están encantados.

-Como medio de difusión, Spotify funciona, aunque la queja de los artistas es muy concreta: la retribución. ¿Es justa la que reciben?

-El modelo que hacemos consiste en que, del cien por cien del dinero que ingresamos, tanto por cuotas como por publicidad, le damos el 70% a los sellos y la SGAE. Nos quedamos el 30. Ése es el modelo. Y cómo distribuyen las discográficas a los artistas esa cantidad no es cosa nuestra. Son los acuerdos que tengan entre ellos. Pensamos que los artistas, cuando hablan de esto, es porque no han ido a preguntar a la discográfica, sino que nos señalan a nosotros, pero el dinero sale.

-Hay un dato que circula: por cada escucha de una canción, Spotify paga 0,0072 euros. ¿Es cierto?

-Los detalles de los acuerdos que tenemos cerrados con las discográficas, que son el núcleo de nuestro negocio, nosotros no los damos.

-Si no me equivoco, ustedes retribuyen más las canciones más escuchadas. ¿Qué queja puede tener un artista si las reproducciones son públicas?

-Te haría un matiz. No sólo se retribuye a las más escuchadas, se retribuye a todas. Lo que pasa es que se da más dinero si te escuchan más, es un asunto de sentido común. Creo que los músicos están en un proceso muy convulso de la industria y nosotros hemos venido a aportar otra solución. Estamos consiguiendo reconvertir gente que hasta ahora no se planteaba pagar por nada, y todo el consumo era «pirata». Ahora consideran pagar diez euros al mes porque el producto es bueno en calidad y a un precio razonable. Las críticas, a veces, no las comprendo. Estamos rehabilitando una sociedad que estaba en la «piratería» y tratar de salvar ese dinero es una contribución.

-Dicen que son la segunda fuente de ingresos digitales de los sellos.

-Me remito a lo anterior. Tenemos las cuentas auditadas de manera legal. Damos lo que damos. Y somos fuente de ingresos y líderes de «streaming» mundial. El modelo funciona, y se trata de que se haga el reparto con consideración a los artistas.

De «Casablanca» a «Breaking Bad»

No sólo hay canciones en Spotify. «Entre las 20 millones de pistas de audio a las que damos acceso, existen sorpresas. Por ejemplo, hay diálogos de la película ''Casablanca'' y otras joyas», comenta Javier Gayoso. Del catálogo, el 80 por ciento de las canciones se han escuchado alguna vez, lo que deja un 20 por ciento de contenidos que nunca se han reproducido, así que hay que explorar. También Spotify es testigo de las fiebres musicales: la canción «Baby Blue», que desde que fue publicada en 1971 por Badfinger vivía algo arrinconada (a pesar de haber sido banda sonora de «Infiltrados», de Scorsese), vivió un «subidón» la semana pasada. ¿La razón? Fue el tema elegido para sonar durante el esperado final de la serie «Breaking Bad», y tras la emisión del capítulo, experimentó un crecimiento del 9.000% en Spotify. Spotify tiene también rankings de canciones para la hora de la siesta, e incluso listas de reproducción para ser escuchadas mientras se estudia, y ha publicado las canciones favoritas de deportistas o famosos e incluso los mejores temas para rendir homenaje a actores que nos han dejado. Además, acaban de incorporar una función «follow» que permite a cualquier usuario saber inmediatamente cuándo su banda favorita publica nuevo contenido.