Buscar Iniciar sesión

León Benavente, más sal para las heridas

El grupo presenta en Madrid las razones de su merecido éxito, el de dos discos imprescindibles
larazon

Creada:

Última actualización:

El grupo presenta en Madrid las razones de su merecido éxito, el de dos discos imprescindibles
En uno de los temas de «2», su último disco, Abraham Boba, cantante de León Benavente, canta una de las líneas más certeras de los últimos años del rock en español. «Tengo la cara que me merezco. Tengo el país que me merezco», dice en «Gloria». Si estamos de acuerdo con ellos, hay que celebrar como un triunfo colectivo tener un grupo como León Benavente, con toda seguridad, una de las mejores sorpresas del panorama actual. Pero no, el mérito es del citado y de Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú, músicos curtidos en proyectos paralelos que, como diría José Luis Cuerda, dejan de ser contingentes para hacerse necesarios. Su primer disco, homónimo, era una enorme promesa. Con «2» ya presentado en numerosos festivales, León Benavente son una sólida realidad. Tras agotar las entradas de su primera fecha en Madrid (17 de diciembre), aún quedan para la segunda (19).
«Puede que este disco sea algo más duro, más incisivo, más contundente. También pienso que es menos complaciente que el primero. Puede que dicho así resulte negativo, pero pienso que tienen la capacidad de comunicar intacta», comenta Boba. Desde luego que transmiten, pero no exactamente consuelo, sino que cantan líneas como «hoy bien podría haber cambiado mi destino / y lo único que he hecho es emborracharme y ser un cretino».
- Huida y realidad
Con el precendente del primer trabajo, el grupo se propuso no repetir la fórmula, sino retorcerla. «Podíamos habe sido complacientes, porque tenemos la experiencia de muchos conciertos y sabemos las canciones que gustan más. Pero siempre tratamos de estirar la cuerda hasta ver cuándo se rompe. No tanto como para dejar de ser el grupo que formamos, porque la base es la misma, pero sí para huir de lo conocido», explica el cantante. En este trabajo, se mantienen las canciones más habladas que cantadas, ese «spoken word» que da sensación de irrealidad. «Sí, ese efecto de que el narrador parezca estar huyendo, preparándose para hacerlo o hable desde un lugar muy distante es algo que me resulta muy atractivo como idea y que creo que cohesiona bastante este disco. Me parece que da una visión de la realidad social que vivimos», cuenta Boba. Imágenes como ese Seseña que no tiene pasado ni futuro, lugares donde literalmente no hay un asidero. «El juego de mezclar la realidad y la iconografía pop siempre me parece que da buen resultado, pero una de las obsesiones es el ritmo del disco entendido como el de una película. Somos de esa generación que oye discos completos y piensa por qué el autor colocó cada canción en ese orden determinado y qué trataba de comunicar haciéndolo así», señala el cantante y teclista. El «indie» en España generalmente ha eludido el mensaje social, pero León Benavente lo toman como argumento casi principal. «No creo que sea una responsabilidad de un músico, sino una opción. No creo que sea más válido hablar del día a día con nombres y apellidos o mencionar las ‘‘tarjetas black’’ que hacer un disco escapista. A mí me gustan muchos discos que hablan de mundos imaginarios y esa libertad del creador es lo que hace la música interesante, porque las direcciones son infinitas. De todas formas, tratamos de darle a las canciones un aura distópica, una imaginería de ciencia ficción. Por otra parte, los grupos del ‘‘indie’’ antes estaban más acostumbrados a mirarse el ombligo y ahora esa tendencia ha cambiado claramente», añade. El segundo disco de la banda está lleno de filos, tanto en lo musical, una mezcla de «kraut rock», «post punk» y lo mejor del «indie» que se ha hecho en España. «Nos planteamos mucho cuánto podemos forzar las cosas. Hasta dónde las podemos llevar. Y siempre apostamos al máximo con una sola premisa: que las canciones tengan un sentido global, sin tener miedo a dejar cosas atrás».
Después de un verano sin tregua, no hacen balance en términos de éxito o fracaso. «Para nosotros ya era un triunfo ser viables, poder trabajar y que esto nos dé de comer. Son términos muy tramposos y pueden impedirte avanzar. Sólo buscamos hacer canciones que podamos defender». León Benavente son demasiado buenos para que nos los merezcamos.
- Dónde: Ochoymedio Club. Calle Barceló, 11. Madrid.
- Cuándo: 17 y 19 dediciembre. 20:30 horas.
- Cuánto: 14 euros.