Swing, el ritmo que balancea la vida
Pies hiperactivos y cuerpos electrizados, casi dislocados, junto alocados giros y saltos, conforman uno de los bailes de moda al que cada día más gente se engancha
Pies hiperactivos y cuerpos electrizados, casi dislocados, junto alocados giros y saltos, conforman uno de los bailes de moda al que cada día más gente se engancha, el swing, y este fin de semana atrapará a más gente en el Swing Mood Festival.
El lindy hop, puro ritmo y baile social del jazz por excelencia, se popularizó en la comunidad negra neoyorquina, en el periodo de entreguerras, justo en ese momento en el que gente necesitaba desconectar, sonreír y llenarse de buenas vibraciones.
No es de extrañar en que los últimos años la música swing y el baile lindy hop hayan vuelto a resurgir.
El Swing Mood Festival, que durará hasta mañana en Madrid, celebra su primera edición en la que la música swing y el baile lindy hop tomarán durante un fin de semana la capital y se podrá "disfrutar del baile y música en directo".
En este festival, organizado por la academia de baile En Modo Swing, ha roto con "todas las expectativas"y más de 500 personas venidas de diferentes provincias de España y otros países europeos compartirán las salas de baile.
Las clases del festival, que se dividen en categorías en base a su experiencia, se imparten en tres localizaciones en los madrileños barrios de Lavapiés y Malasaña, que se conjugarán con fiestas temáticas, y los organizadores señalan que son "días de fiesta y encanto".
La escuela En Modo Swing, dirigida por Clara Stinus y Javier Santos, ha sido la encargada de organizar este festival internacional, en su página web afirman que su escuela "se caracteriza por un espíritu único y por organizar algunas de las fiestas más épicas de la ciudad".
Clara, en declaraciones a Efe, ha asegurado que este festival "será el primero de muchos"porque su principal objetivo es que los alumnos "tengan la oportunidad de poder tomar clases con profesores internacionales".
"Queríamos apostar por gente joven que tuviera una altísima calidad a nivel de baile, pero no solo eso, queríamos también a gente que fuera capaz de transmitir todo el espíritu del swing, que tuviera estilo y espontaneidad", aseguran los organizadores.
También ha señalado que "no hay nada"como bailar con música en directo y, por ello, añadieron al festival a los valencianos Le Dancing Pepa Swing Band, "una de las mejores bandas swing del momento".
Sólo hay que acudir a una "jam session", como las organizadas todos los miércoles en el Teatro del Barrio, por la misma escuela, o en el Mercado de San Fernando, para sentir "la vibración"del swing, donde las parejas de baile se convierten en "íntimos amigos".
Todos bailan con todos -existe una "regla no escrita", no se puede bailar con la misma pareja dos canciones seguidas-, se congregan con pañuelos en la cabeza, camisas y zapatillas de tela, algunos dominan los pasos a la perfección, otros no tienen mucha idea y se inventan la mitad de los movimientos para salvar la situación.
"Es lo mítico de que un amigo te dice que vayas, sólo para ver, y te acabas enamorando", afirma Javi que "se dejó engañar"hace dos años y medio.
Miriam, de Almería, se enganchó al baile sólo hace cuatro meses pero "es una droga de la que ya no puedo desengancharme", afirma y asegura que se consideraba "una auténtica arrítmica"pero, la transmisión de "buen rollo"ha superado a "su pequeño problema".
"No es sólo el baile, es el colegeo que se genera", afirman los participantes del Mood Swing Fest, primerizos o expertos, poco importa, todos coinciden "ganas parejas de baile y amigos".
Swing significa oscilar, balancearse, mecer, blandir, hacer girar y, para los "lindy hoppers", es el baile de la eterna sonrisa.
Efe