Música

Música

Viva Suecia, el milagro de Murcia

Publican su tercer trabajo y todavía no se explican su exitosa carrera: «Somos cuatro tipos medio tontos. Esto tiene que ser un milagro», dicen.

Viva Suecia son Fernando Campillo, Jess Fabric, Rafa Val y Alberto Cantúa. Foto: Ene Jean
Viva Suecia son Fernando Campillo, Jess Fabric, Rafa Val y Alberto Cantúa. Foto: Ene Jeanlarazon

Publican su tercer trabajo y todavía no se explican su exitosa carrera: «Somos cuatro tipos medio tontos. Esto tiene que ser un milagro», dicen.

La gira de su anterior disco, que ha durado dos años y medio, se terminó hace 15 días. Hoy, Viva Suecia presentan su nuevo trabajo, «El milagro», y afrontan una veintena de fechas nuevas, con firmas de discos y presentaciones de todo tipo. «Si estuviéramos convencidos y acomodados no saldría este disco. Pero estar en la vorágine nos quita presión y al mismo tiempo nos alimenta», dice Rafa Val, cantante del grupo, una de las inesperadas historias de éxito del pop español reciente.

Tan inesperada que a ellos mismos les sigue sonando extraño. «Somos cuatro tipos de Murcia medio tontos. Nuestra carrera es inexplicable a menos que se trate de un milagro», bromea Fernando Campillo a su lado. De esa incertidumbre y de esa irrealidad, de las tensiones creativas y vitales de su posición en la escena nace el nuevo trabajo. «No le encontramos explicación a lo que nos ha pasado. No nos hemos parado a pensar que seamos realmente músicos y que lo estemos viviendo. Y cuando nos pasa algo tan bueno, no le encontramos explicación y pensamos que tiene que ser un milagro, porque no hay otra razón. Esa es la sensación», añade Jess Fabric.

No como Liam Gallagher

Dicho lo cual... «Tengo amigos que trabajan 12 horas y tienen dos niños y eso sí que es un milagro –añade Campillo–. Nosotros tenemos la agenda apretada porque salimos a tocar todos los fines de semana y si resulta que nos da por pensar que estaría bien parar, a los dos días nos da por hacer un acústico aunque sea gratis. Porque es una necesidad». «Nos ha cambiado la vida pero sobre todo a los que están a nuestro alrededor, que tienen que aceptar unas imposiciones. Nosotros nos llevamos la aceptación social», añade Rafa Val, vocalista.

«Y sin embargo, cuando estoy limpiando el cajón de arena de la gata, pienso que Liam Gallagher seguro que no hace eso», tercia el guitarrista, que todavía se sorprende de recibir un mensaje de Jorge, cantante de La Habitación Roja, o tomar una cerveza con Marc, de Dorian. «Les admiramos. Y no es que como artistas todos nos sintamos un poco impostores, ¡es que nosotros lo somos!», añade. Los Viva Suecia solo se creen las cosas cuando las han conseguido: «Pero lo justo para vencer al miedo. Preferimos trabajar sobre certezas», apunta el vocalista.

El tercer disco está plagado de simbolismo religioso. Desde la portada, que es una talla religiosa, hasta el texto: calvario, comunión, fe, la cruz... «Cuando decidimos que se iba a llamar así nos dimos cuenta de que había esa conexión. Y en el equipo hubo algunos que pensaron que debíamos alejarnos de eso. Pero si creemos en esa idea abstracta, como la música, teníamos que ir con ella hasta el final». ¿Como si la música fuera una nueva religión? «No vamos tan allá, lo dejamos en algo estético. No hablamos de religión pero nos servimos del simbolismo. Nos aprovechamos de la cantidad de resonancias de una cruz, por ejemplo, para hacer un trabajo que tenga unidad entre sus elementos. Pero el disco no es conceptual y transmite valores que apelan a una vida perfectamente agnóstica».

En el arte del disco, estas ideas están desarrolladas con imágenes que hacen referencia a su origen, a Murcia. El cristo de Monteagudo, la Cruz de Caravaca, la catedral de Murcia. «Con orgullo lo decimos. Después de estar por ahí, a veces dando dos conciertos en el mismo día y llegando a tu cama 23 horas después de haberte levantado de ella, volver a Murcia es casa», dice Campillo. Hay que tener un poquito de fe. «Nuestra vida, aunque puedas no ser creyente, se basa en esto. Cuando te casas, tienes fe en que puede funcionar y puede ir bien. Aunque sea por lo civil. Si decides ser músico o cualquier otra cosa... Necesitas fe o confianza ciega en algo de lo que no tienes garantías. Es un concepto antiguo y actual a la vez que mueve montañas y este disco». «Nosotros dejamos una jornada laboral tangible y estable por hacer canciones, que es lo más abstracto y emocional que hay», dice Fernando.

¿En qué creen Viva Suecia? «En este disco, donde nos hemos dejado un pedazo de nuestra vida. Y en la amistad que hay detrás», dice Val.