Objetivo: fundar una nueva SGAE

La plataforma de músicos, que ha decidido no participar en los comicios, reitera a Cultura que intervenga la entidad y propone retirar el catálogo nacional.

La carrera electoral en la Sociedad General de Autores arrancó ayer con un ambiente bronco, una amenaza en el aire de desbandada generalizada de una parte de los socios que se marcharían de la entidad con su repetorio bajo el brazo, cruces de acusaciones y la invocación permanente al Ministerio de Cultura para que tome cartas en el asunto y, si la situación es insostenible, intervenga la entidad antes de que acabe 2018. A este panorama se enfrentaba ayer el actual presidente en funciones, José Miguel Fernández Sastrón, quien utilizó la expresión de «picaresca censurable» de quienes han echado el órdago de la retirada. La guerra, pues, está abierta, sobre todo después de que el miércoles por la noche, 15 de los 16 músicos (entre ellos, Jota de Los Planetas, Kiko Veneno, Noni Meyers, Álvaro Urquijo y Rosa León) que concurrían unidos en representación de buena parte del gremio de artistas se plantaran y abandonasen la carrera electoral.

Según explicaban en una carta, la intención de la candidatura era «regenerar y modernizar nuestra entidad y convertirla en una sociedad transparente, eficaz y justa». Solicitaban que se permitiera a los socios ejercer el derecho al voto electrónico. Debido a la disconformidad con la convocatoria, ni reconocen la validez de la misma ni aceptarán los resultados, e incluso «invitamos a todos los candidatos a retirar sus candidaturas y a los socios a que no voten y no legitimen unos comicios que no deberían celebrarse», rezaba el escrito.

Suenan los tambores de guerra y lo que meses atrás fueron anuncios ahora se concretan en acciones, como es retirar el repertorio de la sociedad de autores si a fin de año el Gobierno no ha intervenido en la entidad de gestión y tutela unas elecciones con garantías democráticas. Esta retirada que se acaba de poner sobre la mesa significaría dar un vuelco a la SGAE al poner en marcha la creación de una nueva entidad de gestión. Para Patacho (Manuel Recio), ex componente de Glutamato Ye-Yé, «crear una nueva no sería más costoso que regenerar la existente, ya que «más costoso que regenerarla no hay nada», explica. Se muestra optimista ante todo, pero cree que es necesario tomar una decisión «porque hemos llegado a un momento de extrema gravedad y claro que existen planes para poder salir a flote». Habla Patacho de la cerrazón de Sastrón y de los miembros de la Junta Directiva, «obstinados en no ver la situación cómo es de verdad». Podría darse una intervención judicial que conllevaría que Cultura aprobase unos estatutos de mínimos y la convocatoria de nuevos comicios. Ante este panorama, Manuel Recio ve dos salidas: «Aceptar las ofertas de cantos de sirena de entidades europeas y americanas, que sería como un ''sálvese quien pueda'', o directamente optar por un principio de gestión colectiva, es decir, crear una nueva entidad de gestión que dependería también de las facilidades que nos diera el Ministerio». Y es que buena parte de los socios sienten como «si nos echaran de nuestra casa», ante lo que, advierte, es necesario actuar con el corazón y también con la cabeza: «Vamos a intentar recuperar la SGAE. Lo que tenga que ser está al caer porque no podemos irnos más allá de fin de año ni esperar la llegada de un hada madrina».

Lo que también está en boca de todos es el regreso de Teddy Bautista, que se ha presentado por Pequeño Derecho dentro del grupo de compositores (de los que se elegirán 8 miembros el 26 de octubre). «Yo de él no lo haría, no volvería. Está inmerso en un proceso judicial. Durante los 80 modernizó esta casa, pero ya se sabe el problema que tienen los sillones... Su tiempo pasó. Yo creo que lo que le sucedió es que no supo retirarse a tiempo», señala Patacho y va un paso más allá al asegurar que «le están utilizando, seguro». ¿Quiénes? «Los que le homenajean, le dan premios y le prometen estatuas en el jardín. Mientras se le mira a él no se atienden los verdaderos problemas, a eso me refiero, porque no me lo imagino de títere». Desde el Ministerio (cuya intervención se ha pedido en varias ocasiones) y ante la brecha abierta aseguran a este diario que «hay un apercibimiento abierto a la SGAE para velar por el cumplimiento de la legalidad. No tenemos nada más que aportar».

Un total de 39 candidatos integrarán la Junta Directiva, el órgano de Gobierno y representación de los distintos colegios profesionales de la SGAE. Seis de ellos en Gran Derecho (artes escénicas y música sinfónica), 16 en Pequeño Derecho (compositores y letristas), 9 en Obras Audiovisuales (directores-realizadores, guionistas y compositores audiovisuales) y 8 en Colegio Editorial (editores musicales). Será la primera Junta Directiva la que elija al nuevo presidente de la entidad, así como a los miembros del citado órgano que formarán parte del Consejo de Dirección, integrado por 14 miembros encargados de desempeñar la administración permanente y ejecutiva de la entidad de gestión.