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Plácido Domingo: a 24 horas del día "D"

El tenor cantará mañana «Macbeth» en el Metropolitan, la primera ópera completa tras las denuncias de 20 mujeres por presunto acoso sexual,
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El tenor cantará mañana «Macbeth» en el Metropolitan, la primera ópera completa tras las denuncias de 20 mujeres por presunto acoso sexual,
Cuarenta y dos días después de que el martes 13 de agosto saltara la noticia de que un grupo de 9 mujeres acusaba a Plácido Domingo de presunto acoso sexual (vía agencia Associated Press), el tenor volverá a subir a escena. El pasado 25 de agosto lo hizo en el Festival de Salzburgo, donde se le venera, pero era una ópera en versión concierto. Después actuó en un concierto junto a su hijo Plácido jr. Ahora se enfrenta a uno de los momentos más complicados en su dilatada carrera. Mañana se vestirá los ropajes de Macbeth en el Metropolitan de Nueva York, título verdiano que se anunció como reclamo antes de que el escándalo saltara a los titulares. En poco más de un mes la carrera de Domingo ha sufrido una revolución. A las primeras 9 denuncias se sumaron posteriormente otras 11 y en ambos casos solo dos de las presuntamente acosadas se identificaron. Una soprano, Patricia Wulf, y una mezzo, Angela Turner Wilson, ambas fuera del mundo lírico ya.
El cantante se pronunció el 13 de agosto. Rechazó las acusaciones y no volvió a hablar sino por boca de su representante Nancy Seltzer. Tras esa bomba que estalló en el mundo de la lírica y que se hizo oír en todo el globo, Domingo prefirió guardar silencio. Le vimos llegar a Salzburgo para ensayar. Aterrizó acompañado de su esposa Marta Ornelas. Departió con los seguidores que le esperaban a la puerta. Y guardó silencio. Ni una palabra que no debiera decir. En Hungría tampoco se pronunció. Otra imagen llegó a las redes: la que colgó la soprano Nino Machaidze días antes del estreno salzburgués junto con el resto de sus compañeros. Pero Plácido seguía sin hablar.
Europa cerraba filas con el tenor y mantenía las citas acordadas en su agenda. Estados Unidos, territorio del movimiento MeToo, es harina de otro costal y el mismo 13 de agosto anunció la primera cancelación por parte de la Orquesta de Filadelfia a la que seguiría la Ópera de San Francisco, unidas a una investigación encargada por la Ópera de Los Ángeles a Debra Wong Yang, de la que Domingo es director general y que acaba de abrir su temporada de una manera inusual, es decir, sin la presencia de su máximo representante.
Tras una segunda entrega de denuncias, 11 en esta ocasión a principios de septiembre, la Ópera de Dallas decidió prescindir del tenor. La de Washington sigue el caso de cerca y ha hecho constar su preocupación extrema. ¿Y el Metropolitan? El coliseo se pronunció tras desvelar AP los primeros 9 casos y se mostró cauteloso a la espera de los resultados de la investigación angelina, que puede prolongarse meses tras la reciente invitación de la institución a que los trabajadores que lo deseen puedan aportar sus testimonio en el caso.
Calma tensa
Peter Gelb, máximo responsable del Met, tiene demasiado reciente el caso James Levine, fulminantemente apartado de su cargo como director de orquesta. Sin embargo, sobre el músico pesaba una denuncia policial que en el caso de Domingo es inexistente, pues las supuestas víctimas no se han pronunciado ni en una comisaría ni en los tribunales. «In dubio pro reo», ya lo dijo la directora del Festival de Salzburgo. Nadie ha condenado a Domingo.
«Tomamos las acusaciones de acoso sexual y abuso de poder con extrema seriedad y esperaremos a los resultados de la investigación de la Ópera de Los Ángeles antes de tomar cualquier decisión final sobre el futuro del señor Domingo en el Met», ha señalado la ópera en un comunicado. Asimismo, desde la institución han recordado que durante su carrera en el Met como artista invitado, el tenor español «nunca ha estado en condiciones de influir en las decisiones de casting».
Días atrás, la cadena NPR informaba de cierto malestar entre los trabajadores del teatro, descontentos con la tibieza de Gelb. Cuatro eran los testimonios que se recogían, todos ellos anónimos. Un músico declaraba que le producía «náuseas tener que verle sobre el escenario» e incluso algún trabajador había llegado a pedir una baja médica para no tener que coincidir con él. «Ojalá no estuviera. Somos el rostro de la ópera en el mundo y tenerlo aquí envía un mensaje equívoco».
Seltzer, por su parte, ha respondido que «Domingo ha sido recibido de manera cálida y profesional, como cabría esperar de quien ha actuado allí durante más de cinco décadas» y añadió que «está centrado en ofrecer la mejor actuación posible». Desde su entorno aseguran que está tranquilo, centrado en los ensayos y con ganas de dar lo mejor de sí. Ni una palabra más.
A menos de 24 horas de subir a escena, Domingo deberá cantar y actuar junto a Anna Netrebko, Lady Macbeth. Junto a ellos, Anna Pirozzi, Matthew Polenzani y Željko Lucic, dirigidos por el maestro Marco Armiliato. Cada gesto del tenor se analizará con lupa. Ni siquiera estuvo presente hace unos días en la celebración de cumpleaños que los compañeros de teatro dedicaron a la soprano y en la que le cantaron «Happy birthday to you». Gelb no descarta que mañana a las puertas del coliseo de Nueva York se organice una protesta contar el tenor. Tampoco que pueda haber una reacción negativa dentro de la sala. Quizá sea una representación más en la que el tenor demuestre de nuevo que es uno de los más artistas más grandes del siglo XX.
A la espera de «Madama Butterfly»
Plácido Domingo cantará las tres funciones que tiene asignadas de «Macbeth» en Nueva York. Las entradas de los días 25 y 28 están agotadas; sin embargo, quedan localidades para el 1 de octubre. Tiene tiempo el Met para decidir si no cancela la siguiente cita con el tenor, que ha cantado en ese escenario más de 700 veces. Será a partir del 6 de noviembre y en cuatro funciones cuando cante «Madama Butterfly». Será Sharpless y junto a él estarán Hui He, Ana María Martínez y Andrea Caré, entre otros artistas.