Polanski, premio de la crítica de la Mostra de Venecia
El veterano cineasta francés de orígen polaco ha recuperado todo un ejemplo de cine clásico, el caso Dreyfus
Roman Polanski y Théo Court han sido los ganadores en sus respectivas secciones del premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine (FIPRESCI) en la Mostra de Venecia.
El primer premio de FIPRESCI, que se reparte entre las películas de la Sección Oficial de la 76ª Mostra, ha sido para Roman Polanski por su película El oficial y el espía (J’accuse).
Por su parte, Blanco en Blanco, del director hispano-chileno Court y protagonizada por el actor chileno Alfredo Castro, ha ganado el segundo galardón de FIPRESCI, que se otorga a los filmes presentes en la sección Horizontes de Venecia, dedicada a las nuevas corrientes, y en la Semana Internacional de la Crítica.
El veterano cineasta francés de orígen polaco ha recuperado con El oficial y el espía, todo un ejemplo de cine clásico, el caso Dreyfus, quizá la condena injusta más célebre de la Historia.
El realizador no acudió al estreno de la película y su presencia en la Sección Oficial ha sido motivo de críticas por la acusación de abuso sexual contra él, e incluso la presidenta del jurado de la 76 Mostra, Lucrecia Martel, no acudió a la proyección de gala.
La historia de J’Accuse, ambientada en 1895, es la del capitán Alfred Dreyfus (Louis Garrel), un joven soldado condenado a cadena perpetua por espiar para Alemania, aunque finalmente se descubre que el juicio estuvo lleno de irregularidades.
Théo Court conquista a la crítica con Blanco en blanco
Por otra parte Théo Court ha conquistado a la crítica internacional con Blanco en blanco, una película que podría también ganar en su sección Horizontes de la Mostra.
Los críticos del Fipresci han destacado ese largometraje por “el acercamiento único a un viaje hacia la modernidad y la locura en una parte remota del mundo, que combina el duro retrato de un genocidio con la expresión del alma de un artista”.
Y aplauden especialmente las “hermosas imágenes”, tomadas entre Tierra del Fuego y la isla canaria de Tenerife, así como la “delicada” interpretación de Alfredo Castro. En el preludio del siglo XX, Pedro (Castro) llega a Tierra del Fuego, un territorio hostil y violento, para fotografiar el matrimonio del poderoso latifundista, Mr Porter.
La futura esposa, apenas una niña, se convierte en su obsesión. Tratando de capturar su belleza, traiciona al poder que domina el territorio. Descubierto y castigado, Pedro no puede escapar y acaba siendo partícipe y cómplice de una sociedad que convive con el genocidio de los nativos Selknam.
La Mostra del Cine de Venecia concluye este sábado con la asignación de los premios, entre ellos el León de Oro.