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Principios éticos

La Razón

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Que los españoles recuperen la confianza en sí mismos es, para el Príncipe de Asturias, la clave imprescindible para salir de los tiempos difíciles que nos ha tocado vivir en los últimos años. El Heredero de la Corona quiso ayer en Asturias ensalzar la capacidad de los ciudadanos de nuestro país para ayudarnos unos a otros, para solidarizarnos con los que lo están pasando peor, para volcarnos con los que más sufren y colaborar así en la recuperación de la ilusión y la confianza.
El discurso con el que el Príncipe Felipe cierra cada año la entrega de los premios es el único en el que el futuro rey de España vuelca sus pensamientos, emociones y reflexiones sobre los problemas que aquejan a España. En esta ocasión, quiso dejar de lado el pesimismo por los tiempos de crisis y hacer un alegato de los valores que poseen las gentes de nuestro país para salir adelante y dejar atrás las penalidades. Como muestra del espíritu solidario de los españoles, el Príncipe no pudo poner mejor ejemplo que el dado por los habitantes del pueblo gallego de Angrois al tirarse literalmente a las vías del tren instantes después del accidente ferroviario ocurrido la víspera del día de Santiago para socorrer a las víctimas. Algo que todas esas personas no consideraban, días más tarde, más que simple cumplimiento de su deber como seres humanos y como ciudadanos.
El ejemplo puesto por el Heredero de la Corona era el paso previo para afirmar de forma rotunda que el activo más sólido, el de mayor valor con el que contamos en España, es la propia gente, la sociedad española en su conjunto, su comportamiento a lo largo de estos años tan difíciles. Algo que ha puesto de manifiesto el coraje con el que los españoles han hecho frente a la adversidad, la capacidad de sacrificio fuera de toda duda.
No ha faltado al final de las palabras del Príncipe una apelación a la necesidad de hacer una autocrítica que nos lleve a no incurrir de nuevo en errores y excesos inadmisibles. Que el futuro, para Don Felipe, se construye con seriedad, honradez, esfuerzo y principios éticos.