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Sara Güemes: «Necesitamos “millennials” activos, no pasivos»

Coordina el proyecto Libera de Ecoembes, una iniciativa que busca concienciar sobre la importancia de preservar la naturaleza
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Sara Güemes es una mujer entusiasta y con el cuerpo y el alma entregados a la causa que defiende: la naturaleza. Por eso quiere librarla de basura poniendo cuanto esté en su mano para que todos nos sumemos a su entrega. Por eso forma parte del proyecto Libera de la ONG Seo/Birdlife en alianza con Ecoembes, una iniciativa que pretende poner la basura en el mapa. Que se entienda que existe, que está por todas partes y que es necesario que todos nos sumemos a este proyecto en el que ya colaboran miles de personas, organizaciones, administraciones públicas y empresas privadas. Hay que sumar y aportar. Eso cree Sara y también yo, que la entrevisto.
–¿En qué consisten las charlas contra la «Basuraleza»?
–La naturaleza tiene un problema que hemos creado nosotros: el abandono de basura. Con estas charlas queremos sensibilizar sobre este problema desde el rigor, los datos, la ciencia, pero sin olvidarnos de la parte humana, para poder llegar a esas cabezas y corazones. Combinamos humor y rigor, esperamos que ninguna persona se resista a nuestro intento de concienciarles sobre la conservación de la naturaleza, evitando que abandonen residuos en ella. Cada uno cuenta. Hay múltiples maneras de hacerlo, pero queremos buscar el cambio de actitud en cada uno.
–¿Quiénes van a ser los protagonistas?
–La protagonista es la naturaleza, pero tiene unos teloneros de excepción. Juan Luis Cano es el conductor y el vehículo para llegar a las mentes más estrictas y se las apañará para sacar los datos más relevantes de la excepcional Pilar Zorzo, que lo sabe todo sobre basura marina. Por otra parte, el mago de la física teórica José Luis Crespo, «Quantum Fractur», hará sus mejores clases con los temas más complicados. Es una hora de espectáculo de esos que hacen reflexionar.
–¿De cuándo a cuándo se van a celebrar?
–Nos quedan dos ciudades, de momento. Empezamos por Madrid el lunes con gran respuesta, seguiremos en Zaragoza el 7 de noviembre y acabaremos en el CaixaForum de Barcelona a las 19 horas del 21 de noviembre.
–¿Existe concienciación en nuestro país respecto al medioambiente?
–El trabajo que entre todos estamos haciendo comienza a ver sus frutos: las movilizaciones multitudinarias de más de 13.000 personas en el campo recogiendo «basuraleza», los más de 20.000 chavales que ya han pasado por Aulas Libera, las millones de visualizaciones de las campañas de sensibilización sobre el no abandono de residuos en entornos naturales... Y también la presión positiva de Greta, las cumbres climáticas, los incendios o la situación de los océanos han hecho que en no más de dos años la concienciación sobre la conservación de la naturaleza haya subido hasta cuatro puntos, según el estudio sociológico «Actitudes sobre la “basuraleza”» que en Libera hacemos anualmente. Es algo, pero no nos conformamos, seguimos trabajando para aumentar la sensibilización.
–¿Cuál es el principal problema que nos conduce a la despreocupación?
–La falta de conciencia. Tanto esa despreocupación que nos lleva a abandonar la basura en espacios naturales –y que supone cerca del 75%–, como la comodidad o la pereza que nos conducen a lo mismo en un 58% y 50%, respectivamente. Todo tiene que ver con la falta de conciencia, de dónde venimos, de qué vivimos y de lo que vamos a dejar a próximas generaciones. La falta de educación en materia medioambiental en las aulas es clave para la despreocupación. Una vez conoces el valor de la naturaleza, la cuidas. En ausencia de esta conciencia, la descuidas. Necesitamos introducir el medioambiente en cada aula.
–¿Ponen fácil reciclar?
–Nunca ha sido más fácil. Y nunca hemos tenido tan a mano una responsabilidad directa y sencilla con el medioambiente como separar en casa y fuera: en aeropuertos, hospitales, colegios, eventos... Es un pequeño esfuerzo para que todos esos residuos vuelvan a tener otra vida y el motivo lo merece.
–¿Cómo conseguiremos sensibilizarnos?
–Hay que dar información fidedigna y que cale, pero de manera rigurosa y con datos. Y eso se debe intercalar con acciones que toquen más allá de la razón, que nos hagan comprender que el futuro pasa por lo que hacemos día a día. Que somos parte de la solución, aunque quizá ni siquiera lo sabemos. Una vez impactados buscaremos alternativas y Libera aporta varias soluciones.
–¿De verdad hay soluciones o esto es irreversible?
–El día tiene 24 horas y somos 7.550 millones de personas. Contemos todos los momentos en que nos podemos parar a reflexionar si eso que vamos a hacer es sostenible. Conseguiríamos mucho y seríamos parte de la solución. Libera aporta esta parte de esperanza, de cambio, de soluciones, de distintas maneras. Desde el colegio hasta la Formación Profesional, pasando por las charlas en la universidad. También con campañas de sensibilización que ponen el foco en concienciar sobre el no abandono de residuos o lo que estos afectan a los entornos naturales; con cantidad de organizaciones locales que trabajan con nosotros en red para que en sus espacios naturales haya gente que los cuide; o con los miles de voluntarios que ya han salido con nosotros no solo a recoger «basuraleza», sino a categorizarla y darnos información para seguir por el camino del rigor.
–Habrá que convencer a los «millennials». Muchos piensan que ya no se puede frenar el calentamiento global. ¿Qué les diríamos?
–Que cojan las riendas, que presionen, que empujen, que hagan que los que están por arriba lleven a cabo todas esas acciones que permitan trabajar por y para una naturaleza viva y una vida sostenible y respetuosa con el medioambiente. Pero sobre todo, que prediquen con el ejemplo, que incorporen actitudes responsables en su día a día. Ellos son parte del cambio y eso se demuestra haciendo. Necesitamos «millennials» activos, no pasivos. Gente que se implique en el campo, no desde el sofá con el móvil.
–Hay quien piensa que el problema no existe...
–Eso es que no leen. Y no salen al campo. O a la playa. O al río.
Personal e intransferible
Sara Güemes nació en León en 1979. Está soltera. Se siente orgullosa de «superar, a pesar de... y de dos pedazo de mujercitas: mis sobris». Se arrepiente «de haber sido una descabezada». Perdona «dependiendo de la herida». Olvida «todo lo que mi cabeza me permite». Le hace reír «mi padre, mi madre y mi tía, que deberían haber sido un trío cómico». Y llorar «los reencuentros». A una isla desierta se llevaría «almendras y aguacate». Su manía es «ponerme el pijama al llegar a casa». El sueño que se le repite, «que no llego». De mayor le gustaría ser «artista o dueña de un hospital de plantas». Si volviera a nacer sería «de pueblo».