Solo un «spin off» más
El contrabandista más famoso de la galaxia y su mítico compañero peludo se conocen en esta fallida derivación de la saga, dirigida por Ron Howard, que transcurre una década antes de «Una nueva esperanza».
El contrabandista más famoso de la galaxia y su mítico compañero peludo se conocen en esta fallida derivación de la saga, dirigida por Ron Howard, que transcurre una década antes de «Una nueva esperanza».
La saga galáctica por antonomasia, que arrancó en 1977 y en 2015 inició su tercera trilogía con «El despertar de la fuerza», ha derivado los últimos años en un conglomerado de universos paralelos que convergen en los personajes y tramas de este fenómeno de masas de la cultura popular. Así, «Han Solo: Una historia de Star Wars», que tuvo su presentación oficial en el pasado Festival de Cannes con críticas generalmente malas, es ya, tras «Rogue One» (2015), el segundo «spin off» (extensión, derivación) que llega a las pantallas. Disney y Lucasfilm presentan en esta ocasión los orígenes de Han Solo, interpretado por Harrison Ford en las entregas previas y ahora por Alden Ehrenreich, un joven actor que ha asumido la responsabilidad de dar vida a un personaje icónico para narrar cómo era, cómo pensaba, cómo se las gastaba antes de los hechos descritos en la trilogía original, concretamente 6 años antes, cuando el contrabandista era un veinteañero. Uno de los alicientes de la cinta es el encuentro entre Han Solo y Chewbacca, la criatura peluda que aparece como inseparable compañero en el Halcón Milenario desde el inicio de la saga. Cronológicamente, el filme se situaría entre «La venganza de los Sith» (2005) y «Una nueva esperanza» (1977).
Para que la magia de «Star Wars» siga imantando al público mundial, los productores llamaron a sus filas a Ron Howard, director, entre muchas otras, de «Apollo 13» y «Una mente maravillosa», por la que ganó el Oscar. Al norteamericano nunca se le pasó por la cabeza cuando actuaba en «American Grafitti» (1973) junto a Harrison Ford, que 45 años más tarde estaría dirigiendo un filme sobre Han Solo. Entre otras cosas porque la saga galáctica aún era una mera fantasía en la cabeza de George Lucas, que dirigía aquella cinta juvenil. Ahora, en cambio, se ha imbuido de toda la épica del personaje: «El universo que vemos en esta cinta es totalmente diferente a nada que previamente se ha visto en las películas de la saga. El Imperio lo controla todo, todo el mundo está luchando por sobrevivir pero al mismo tiempo descubrimos un espíritu libre», afirma el director. Ese es, cómo no, Han Solo, al que envuelve en una historia que, dicen los expertos, contiene más acción que nunca.
Howard aún conserva vívidos recuerdos de su encuentro con Lucas en el set de «American Graffiti», como el día en que rodaban una escena enfrente del restaurante Mel’s Drive In en San Francisco. Lucas era, dice, un tipo de pocas palabras, «y yo estaba muy nervioso porque había muchas escenas rodadas de noche y la gente estaba un poco estresada, pero conectamos muy bien. Yo acababa de ser admitido en la Universidad del Sur de California, a la que él también acudió y charlamos en ocasiones sobre el tema». En aquellas sesiones en las que se fraguó una amistad, Howard indagaba sobre los proyectos futuros de Lucas tras «American Graffiti». Su intención, le dijo, era hacer una película de ciencia ficción tipo «Flash Gordon». «No exactamente eso pero algo con la grandeza de ''2001'' de Kubrick pero más rápida, con más acción y ritmo». Howard no acabó de entender muy bien la visión de Lucas en aquel entonces hasta que vio «La Guerra de las Galaxias» cuatro años después. Quién le iba a decir que casi medio siglo más tarde iba a estar dirigiendo una película de la saga.
Entre el guión y la libertad
En el verano del 2017 Lucasfilm tenía dos directores apalabrados para «Han Solo», Phil Lord y Chris Miller, creadores de «La LEGO película» e «Infiltrados en clase». Todo el mundo parecía estar satisfecho con la elección; todos menos Lucasfilm, lo que provocó ciertas diferencias irreconciliables que derivaron en una ruptura. “Lo he repetido en varias ocasiones, fue una decisión muy difícil y que tomamos muy tarde, lo que demuestra que nos costó mucho tomarla –explica Kathleen Kennedy, presidenta de la corporación–. Tanto Chris como Phil son dos directores extremadamente talentosos pero desafortunadamente no ha cuajado».
Según se filtró, ambos directores se quejaron de no tener suficiente libertad creativa ni la confianza que esperaban. Por otro lado, el estudio estaba disgustado porque no estaban realmente siguiendo el guión y daban demasiado margen a la improvisación, así como tomándose demasiado tiempo en el rodaje. Kennedy contestó a estos rumores diciendo que el filme estaba abierto sin lugar a dudas al sentido del humor y la improvisación pero dentro de unas limitaciones establecidas por el guión, sobre todo en una película de esta envergadura. Así que ambos directores abandonaron el proyecto para imbuirse en la segunda parte de «La LEGO película» y la versión animada de «Spiderman». Un mes después de que Howard acabara de rodar, ambos directores participaron en un encuentro en el Vulture Festival de Los Angeles y hablaron por primera vez del abandono de «Han Solo». «Pienso que todos teníamos buenas intenciones, el problema es que la ejecución era muy diferente por ambas partes –declaró Lord–. En ocasiones la gente rompe relaciones, y es triste y desilusionante, pero se aprende siempre algo y nos convertimos en mejor personas, y en este caso en mejores directores».
Para Howard no fue un desembarco fácil. No quería pasar por encima del duro trabajo que ya habían hecho sus compañeros pero a la vez le parecía necesario aceptar la oferta: «Conozco a Chris y Phil y son dos directores con mucho talento; en un principio no estaba muy convencido porque no me quería entrometer en su trabajo previo, pero soy amigo de Kathleen Kennedy y decidí que quería echarle una mano. Es triste cuando una empresa tiene que tomar una decisión como la que tomaron con Miller y Lord, mi intención ha sido que su huella quede sin duda reflejada en el filme porque ellos han puesto mucho esfuerzo en él. Lo importante para mí es que los fans disfruten de la película sin pensar en quien la ha hecho».
Pero hubo otro factor importante para que Howard se decidiera a involucrarse: su amigo George Lucas, el cual ha sido, según palabras del director, como un hermano mayor y un mentor. Poder reconectar con él ha sido un verdadero placer: «Lucas es un tipo gracioso, versátil e inteligente», afirma con convicción. A pesar de que el creador de «Star Wars» vendió su compañía a Disney y no está activamente involucrado en la producción, su legado fue suficiente para que Howard pronunciara el sí quiero. Y, sin duda, también el hecho de que suponía un reto y eso es algo a lo que el director no sabe resistirse. Durante el primer día de rodaje para Howard, Lucas y su mujer aparecieron en el set y su consejo fue: «Sigue tu instinto y disfruta». También tuvo una larga conversación con Harrison Ford sobre los pormenores del personaje de Han Solo, que ha interpretado en hasta cuatro ocasiones. Luego, se lanzó a la aventura de pilotar la nave.
Ahora solo queda esperar a la aprobación de los fans, aunque no es imaginable, en principio, que la maquinaria de «Star Wars» se detenga. Desde el inmenso éxito de «El despertar de la fuerza» (2015), inauguración de la tercera trilogía, Disney y Lucasfilm han establecido un calendario de estrenos alternados entre secuelas y «spin offs». El episodio IX de la saga llegará en 2019, dirigido por J. J. Abrams, mientras que en 2020 tocará «spin off» sobre otro personaje imprescindible, Obi Wan Kenobi. Hay guerra de las galaxias para rato.