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«Somos un país que ni conoce a sus héroes ni los valora»

Publica «Francisco Pizarro: el hombre desconocido», una biografía que presenta luces y sombras del conquistador del Perú y pone de manifiesto su faceta humana más desconocida frente a los que los que lo tildan de genocida y destructor

Carmen Martín Rubio es Profesora/ Connie G. Santos
Carmen Martín Rubio es Profesora/ Connie G. Santoslarazon

El libro de Martín Rubio manifiesta las luces y sombras y la infinidad de dificultades que hubo de vencer hasta lograr su objetivo.

Ocurre en España con ciertos personajes y pasajes históricos, que, o son desconocidos, o se conocen mal. «Francisco Pizarro, tratado siempre bajo la óptica negativa de la leyenda negra, es uno de ellos», afirma Carmen Martín Rubio, autora de «Francisco Pizarro: el hombre desconocido» (Ediciones Nobel). Nacido en Trujillo, hijo bastardo del capitán Gonzalo Pizarro, que lo repudió, y la campesina Francisca González, combatió junto al Gran Capitán en Italia y en 1502 marchó a América buscando fortuna. Allí oyó hablar de un rico territorio que los nativos llamaban «Birú» (después Perú), que acabó conquistando. Pero su labor, no siempre fue reconocida, estuvo empañada por las ejecuciones de Atahualpa y Diego de Almagro, cuyos seguidores lo mataron. El libro de Martín Rubio manifiesta las luces y sombras y la infinidad de dificultades que hubo de vencer hasta lograr su objetivo.

–¿Por qué es «desconocido»?

–De las 140 biografías sobre Pizarro, en España solo hay tres. Injustamente, ha sido tratado de genocida y destructor que no se apiadó de nadie. Eso es una leyenda negra creada por ingleses, holandeses y franceses contra España al convertirse en la nación más poderosa de Europa. Al no permitirles participar en el comercio, crearon esa leyenda para desprestigiarnos a nosotros y a nuestros héroes.

–¿Merecía una revisión la imagen de Pizarro?

–Indudablemente, porque hizo una gesta impresionante que cambió la faz del mundo, geográfica, social y económicamente. Con 168 hombres anexionó unos territorios de más de 5 millones de kilómetros cuadrados. Y con el oro y la plata de las minas descubiertas aparece el precapitalismo en Europa.

–¿Es por desconocimiento por lo que está poco valorado?

–Evidentemente, se le ha estudiado bajo una idea distorsionada y no se ha dicho la verdad. Esto se entiende menos en su propio país, que no sabe su historia ni le interesa y que no conoce a sus héroes ni los valora.

–¿Cuál es la principal acusación contra él?

–Se le acusa de genocida y codicioso, pero es falso. Es cierto que mandó ejecutar a Atahualpa y permitió la de su socio Almagro, pero eran circunstancias extremas, se vio obligado porque había 50.000 guerreros cercando Cajamarca, y no fue una orden suya, sino decisión de todos sus capitanes. Él lloró al ejecutarlo porque habían hecho cierta amistad.

–Usted lo trata de manera cercana y humana

–He querido ver su faceta humana, el hombre capaz de llorar y que, una vez que conquista el territorio, se establece como gobernador y legisla leyes para proteger a los indígenas y los lugares andinos. Cuzco lo fascinó y dio órdenes para que se conservaran sus estructuras.

–¿Estuvo marcado por su nacimiento e infancia?

–Totalmente, su padre era todo un personaje, capitán personal de los Reyes Católicos, alguien importantísimo. Cuando llegaba a Trujillo la gente lo agasajaba, pero él no se podía acercar. A los 14 años, su abuelo, regidor de Trujillo, lo vio jugando en la calle y comprobó que era igual que su padre, se lo llevó a casa y dijo a su hijo que le diese el apellido Pizarro. Esa circunstancia lo marcó, no quería ser ni campesino ni ropero, llevaba los genes paternos y quería ser militar como él, aunque claramente, lo superó.

–No lo tuvo fácil.

–Nada. Al considerarlo un villano, no lo llevan a la escuela y no aprende ni a leer ni a escribir. No supo firmar, ni siquiera aprendió a poner su nombre y eso fue un trauma muy grande, pero supo rodearse de asesores muy importantes, letrados, economistas....

–Analfabeto, pero muy inteligente.

–Mucho. Si Galdós hubiese trabajado sobre gente del XVI, hubiese cogido a Pizarro como modelo de persona que, siendo de extracción humilde, se va haciendo a sí mismo y llega a ocupar puestos importantes por su inteligencia.

–Una vida complicada, pero fascinante.

–Totalmente, solo el hecho de haber fundado nueva ciudades, ya es impresionante.

–Y defendió el mestizaje.

–No lo defendió, lo creó. Fue un solterón toda su vida, pero cuando se asienta en Lima, considera que va a surgir un país mestizo mezcla de españoles y aborígenes y él es el primero que lo potencia tomando la esposa que le da Atahualpa, Quispe Sisa, y luego con Cuxirimay Ocllo. Con ambas tiene hijos porque le parece que ese mestizaje es importante.

–¿Por qué no hacen series o películas con estos héroes para darlos a conocer y acabar con la leyenda negra?

–Sería ideal, como hacen los americanos. Los libros de texto pasan de puntillas sobre los conquistadores y los niños no saben nada. Desde aquí emplazo a guionista y productores para que consideren la posibilidad de hacerlo con Pizarro y otros conquistadores porque son vidas fascinantes que engancharían.

El lector

«La lectura de prensa es algo habitual en mí y lo hago en los dos formatos, en papel y digital, aunque prefiero leer el periódico de la manera más tradicional, y no me circunscribo a un solo diario. Las noticias que leo primero son las culturales y luego las políticas», dice.